Hasta ahora, el mayor fabricante de coches de aquel país, Toyota, no contaba en su catálogo con ningún modelo de estas características -los comercializaba bajo su filial Daihatsu-, pero ahora los responsables de la marca han decidido adentrarse en este suculento mercado. Para ello tampoco han empleado demasiados esfuerzos, ya que el Pixis no es más que un Daihatsu Move Conte con el emblema de la empresa matriz y algunos retoques de equipamiento y acabados.
El diseño también es característico de estos modelos: compacto, minimalista, con líneas muy rectas, imagen cuadrada… Con ello se consigue mucha habitabilidad en poco espacio, ya que estos coches son capaces de transportar a cuatro personas y dejar espacio para el maletero. Este concepto de diseño, muy del gusto japonés, no tiene mucha aceptación en Europa, y las bajas ventas del Nissan Cube es un buen ejemplo de ello.
El motor empleado es de 660 cc con turbo intercooler, mientras que la transmisión es de variador continuo CVT. Las emisiones de CO2 ronda los 90 g/km. Su precio es de 1,12 millones de yenes, alrededor de 10.800 euros, un precio que aquí nos podría parecer elevado, pero que en Japón es aproximadamente la mitad de lo que cuesta un modelo medio en acabado básico.