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¿Cómo se conduce un Toyota híbrido?

J. Couto:
J. Couto:
Hasta ahora, muchos conductores estaban acostumbrados a conducir coches tradicionales. Pero, ¿cómo se conduce un Toyota híbrido?

El miedo a lo nuevo suele ser algo normal en el ser humano. Pero, cuando esa novedad viene para hacerte las cosas más fáciles, no tardas nada en acostumbrarte. Es más, lo más probable es que jamás quieras volver a lo anterior. Pues bien, en el caso de la conducción de los Toyota híbridos es posible que ocurra algo parecido, pues conducirlos es de lo más sencillo. Es verdad que hay un motor de gasolina, uno eléctrico y una batería, pero el coche, por sí solito, se encarga de gestionarlo todo.

Comparativa Ford Fiesta 1.0 Ecoboost 125 MHEV y el Toyota Yaris 120H.

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En primer lugar, si has conducido un coche automático alguna vez, ya tienes el 95% del aprendizaje realizado a la hora de subirte en un híbrido de Toyota. Si nunca has conducido un automático, te recomendamos que leas esta entrada, pues te será de gran utilidad.

Dicho esto, y como has visto, la conducción de un Toyota híbrido es prácticamente tan sencilla como la de un automático tradicional: pones la D si quieres ir hacia adelante, la R si quieres ir hacia atrás, la P si dejas el coche aparcado y la N si lo quieres dejar en punto muerto.

Sin embargo, en el caso de los Toyota, y de otros muchos híbridos, hay varias cosas que debes tener en cuenta. Primero, en la palanca verás que hay una letra más, la B, que viene de Brake o frenar. Cuando seleccionamos esta función, aumentamos la retención del coche de forma muy notable, algo que puede ser útil en dos supuestos. El primero es a la hora de bajar un puerto de montaña con rampas pronunciadas, pues de esta manera evitaremos que el coche se embale en exceso y que haya que utilizar tanto el freno cuando llegamos a las curvas. El segundo es para aumentar la recarga de la batería, algo que puede ser útil en bajadas muy pronunciadas… pero que no puede compensar en caso de que nos frene tanto que tengamos que volver a acelerar.

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La pantalla nos permite ver cómo funciona el sistema en directo o cuánto gasta, pero no hace falta hacer nada más.

También verás que hay varios modos de conducción: Eco, Normal y Power. Las diferencias entre ellos son pequeñas, pero las hay. Si optas por el modo Eco, a baja velocidad y siempre que aceleres poco, el coche tenderá a utilizar el modo eléctrico tanto tiempo como sea posible. En el Power es justo al contrario, y veremos que el motor térmico se conecta a la mínima insinuación sobre el pedal del acelerador. Nuestro consejo es que utilices el modo Eco en ciudad, el Normal en carretera y el Power en caso de que tengas que realizar adelantamientos, por ejemplo.

También está el modo EV, un botón que hace que el Toyota funciones en exclusiva en modo eléctrico, siempre que no aceleres con contundencia y que te mantengas por debajo de, normalmente, 50 km/h. La autonomía, si está la batería cargada, te dará para recorrer un par de kilómetros. No tiene mucho sentido utilizarlo, pues lo que ahorremos por ir en eléctrico lo gastaremos después utilizando el motor de gasolina para recargar las baterías. Sí es útil si, por ejemplo, tenemos que entrar en algún sitio como un párking que, por lo que sea, nos interesa ir sólo en eléctrico.

Tanto lo de los modos de conducción como el modo EV son dos cosas curiosas y que pueden interesarnos en determinados momentos, pero sin las que podemos vivir perfectamente en caso de que jamás las utilicemos.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la caja de cambios que emplean estos Toyota híbridos no tienen un número determinado de marchas. Por tanto, a la hora de adelantar o de afrontar un carril de aceleración, basta con que aceleremos más o menos para que el coche nos entregue más o menos potencia, pero no es necesario hacer nada más. Así de fácil. Eso sí, tendrás que acostumbrarte al característico ruido que generan estos motores cuando aceleras, y que es más llamativo si, encima, vienes de funcionar en modo eléctrico.

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En las versiones con tracción total hay funciones específicas para campo, pero son muy sencillas de utilizar.

Es cierto que por ejemplo las versiones más potentes del Corolla o del C-HR, por ejemplo, cuenta con una caja de cambios que simula tener seis velocidades pero, en la práctica, se puede conducir como las cajas de las versiones menos potentes. También hay versiones con tracción total en los que podrás optar por modos de conducción para campo o superficies resbaladizas en el que, con sólo seleccionarlo, asegurarás que haya tracción en ambos ejes. De nuevo, podrás disfrutar perfectamente de tu coche aunque nunca las utilices.

Por último, ten en cuenta que los híbridos puros de Toyota no tienen enchufe y no hay que recargarlos. Es el propio motor de gasolina el que va cargando la batería según va siendo necesario y es la propia gestión electrónica del coche la que va decidiendo qué motor utilizar y en qué medida en función de nuestra conducción, de la velocidad, de la carga de la batería y del modo de conducción.