Trucos caseros para limpiar el coche

Te demostramos que, si quieres, no es necesario gastar mucho dinero para dejar tu vehículo reluciente: bastará con utilizar productos que sueles tener en tu baño y en tu cocina.


Las empresas que se encargan de realizar el detailing o detallado, que no es otra cosa que el proceso de limpieza exhaustiva de un vehículo; o incluso que comercializan productos específicos para dejar reluciente cada parte del coche de manera específica, están en auge. Sin embargo, si prefieres no complicarte, te contamos qué productos de uso cotidiano en cocina y baño y cuyo precio es realmente económico están capacitados para dejar tu automóvil limpio (aunque siempre es preferible el producto profesional específico) :

  • Pasta de dientes: Quita las manchas más complicadas en el salpicadero o la tapicería -prueba en una pequeña zona primero para comprobarlo-; además, pule los faros aplicándola con un cepillo de dientes: es tedioso, pero efectivo.
  • Lavavajillas: Deja la carrocería brillante solamente con aplicarlo, que haga espuma y dejarlo actuar unos minutos. También vale para mezclarlo con agua y crear tu propio líqudo limpiacristales para el depósito situado en el vano motor.
  • Espuma limpiahornos: Aplícala en las llantas y espera unos 15 segundos antes de retirarla: quedaran relucientes. Es efectiva tanto con el polvo dejado por las pastillas de freno como con cualquier tipo de grasa.
  • Vinagre de vino blanco: Rebajado al 10% con agua servirá para limpiar los cristales y plásticos. Si lo mezclas con lavavajillas y agua con gas obtendrás un limpiador extremadamente efectivo.
  • Bicarbonato y jabón lagarto: La sal que se le echa al asfalto en invierno perjudica a la carrocería del vehículo, algo que se puede evitar mezclando una taza de bicarbonato sódico con cuatro litros de agua caliente y un poco de jabón lagarto.
  • Betún: Es perfecto para recuperar el color original de los paragolpes de plástico negro. Con aplicar un par de capas con una esponja convencional será suficiente.
  • Champú para el pelo: Sirve para dejar la carrocería impoluta, aunque el infantil es más recomendable -es más suave-. Es importante no usar mucho, ya que existe el riesgo de que se dañe la pintura -una cucharada por cada, al menos, tres litros de agua-.
  • Aceite de oliva: Elimina restos de pegatinas de la chapa o de los cristales. Solo es necesario aplicarlo en un algodón y frotar.
  • Toallitas de bebé: Son muy válidas para quitar sustancias secas y pegadas a la pintura, como las cagadas de pájaros y los mosquitos.
  • Lana de acero: Una esponja jabonosa -asegúrate de que no raya absolutamente nada- se encargará de limpiar esos restos de agua o gotas que se quedan secos en la chapa. Es recomendable hacerlo mediante pequeños movimientos circulares.
  • Coca cola: Es uno de los ´productos´ más versátiles: desde limpiar las llantas y los cristales, hasta dejar relucientes los neumáticos. Además, elimina el óxido que se forma en las partes bajas de la carrocería.
  • Amoniaco: Mezclado con te aseguras de que la carrocería quede perfecta y echando unas gotas en un paño húmedo también sirve para cristales, molduras cromadas y eliminar sustancias pegajosas.

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