De cualquier forma, muchos conductores tienen que coger inevitablemente el coche estos días. ¿Qué hacer? Pues ante el hielo lo mejor es extremar las precauciones. En ocasiones, es difícil de reconocer las zonas donde hay hielo, ya que se puede confundir con zonas de la carretera que están simplemente mojadas. Por ello, extrema la precaución en zonas sombrías y, cuando la temperatura sea inferior a +4ºC, evita pasar sobre dichas zonas húmedas -sobre todo en curvas o en las frenadas-. De todas formas, si pisas una placa de hielo, debes actuar si:
1.- Si notas que el coche se te va de delante -es decir, que giras el volante para trazar la curva, pero la dirección no responde y el vehículo tiende a seguir de frente-, no frenes -el coche derrapará sin remedio- y no gires más la dirección -sólo conseguirás agravar la situación-: limítate a levantar el pie del acelerador -no lo hagas de golpe, o el automóvil podría deslizar de atrás- y a esperar a que el vehículo recupere el agarre y empiece a girar.
2.- Si notas que el coche se te va -de culo- -desliza de atrás-, no toques el freno -sólo conseguirás que el vehículo se cruce por completo- y gira el volante en dirección al lado hacia el que se está deslizando la trasera del coche.
No necesitarás girar más de media vuelta de volante: con eso basta para controlar el derrapaje; si lo giras más, te -harás con el vehículo- en un primer momento… pero, a continuación, te responderá con un fuerte -latigazo- que te puede sacar también de la carretera.
Si tienes que conducir con nieve, recuerda que, para iniciar la marcha, conviene hacerlo en segunda velocidad, pues en primera las ruedas tienden a patinar con más facilidad; ya en movimiento, mantén el motor en torno a las 2.000 rpm en los diesel y 2.500 rpm en los gasolina. Evita las marchas muy largas -tendrás menos control sobre el vehículo en las curvas- y las muy cortas -el exceso de potencia hará patinar demasiado las ruedas-. Si la nieve está recién caída, no sigas las roderas, pues la mezcla de agua y nieve que se forma en ellas es más resbaladiza que la nieve virgen; en los demás casos, sigue las roderas.
Y si pinchas con nieve, que es raro, pero puede ocurrir, lo mejor es intentar continuar circulando -sobre todo si la nieve está blanda-, pero con mucho cuidado. ¿Solución? Busca un lugar firme sin hielo o nieve para apoyar el gato y que las ruedas que quedan en contacto con el suelo no resbalen; ahí también podrás utilizar con más comodidad un kit reparapinchazos en caso de que tu coche no lleve rueda de repuesto. Si llevas neumáticos antipinchazo, podrás seguir circulando -a un máximo de 80 km/h- hasta el taller más cercano -y hasta un máximo de 200 km.
Protección Civil también ha advertido de que lo mejor es evitar los desplazamientos en coche en los accesos a grandes ciudades como Madrid.