Coches exclusivos, llenos de estilo y con todo el sabor del lujo y la deportividad ingleses. La marca Jaguar tiene una historia brillante con modelos que han pasado a la Historia, entre los cuales destaca el Type-E, «La Zapatilla», presentado en 1961 y elegido el pasado octubre como «Best British Car Ever» gracias a los miles de votos de lectores de la revista «Classic & Sports Car». Una leyenda con frenos de disco, dirección de cremallera y piñón, y amortiguadores traseros y delanteros independientes.
Pero entre los muchos episodios de glamur y victorias deportivas, no puede decirse que la fundación de la compañía se librase de protagonizar una de las muchas anécdotas de la Historia del Automóvil que, junto con Tallerator, les vamos descubriendo regularmente.
Porque hablar de las temibles SS, siglas de la palabra Schutzstaffel, en este reportaje de Autofácil es sin duda algo insólito. Este término alemán se referencia al «cuerpo de protección» fundado por el Partido Nazi en 1925, una unidad paramilitar subordinada al jefe de personal de las SA (Sturmabteilungen, o tropas de asalto). Al frente, el pintoresco Heinrich Himmler.
Una vez hecha la lección de historia, pasamos a hablar de coches y del nacimiento de Jaguar. Éste tuvo lugar incluso antes de la creación de modelos de cuatro ruedas: en 1922, Sir Williams Lyons funda una empresa para producir y vender sus propios sidecars para motos. Esta aventura comercial se registraría como «Swallows Sidecar Company».
Pero pasó por alto un detalle cuando llamó así a su firma. Cuando en 1927 la fábrica dio el salto a las cuatro ruedas, moldeando carrocerías para automóviles, el nuevo nombre pasaría a «SS Cars Ltd.». Evidentemente, se trata de las siglas de Swallows y Sidecars», pero escritas así era algo parecido a «Coches SS».
La pantera se hace oficial
Aunque se empezó a trabajar con esa nueva denominación con las dos letras en mayúsculas, ya estaba claro que la relación con las terribles SS de la Alemania nazi era un aspecto peliagudo. En 1931 se lanzaba el que puede considerarse como el primer Jaguar, pero se llamaba SS1. El modelo, diseñado por el propio Lyons, se convirtió en un éxito. Y aunque en algunas «biografías» se diga que se quería cambiar la denominación por dar una imagen de mayor «agilidad y deportividad» a la nueva empresa, lo cierto es que las SS sonaban muy mal.
De esta forma, ya en 1935 se elige como sello identificativo al mayor felino de América por su gracilidad y planta, aunque los modelos siguen con el apellido SS. Oficialmente, Jaguar Cars Ltd. nace en 1945, pero Lyons ya se adelantó registrando el nombre en 1938. Así, poco a poco se iría dejando atrás la «SS Cars», con esa «premonición» incluida sobre las fatídicas letras€
A partir de entonces comenzarían a probarse diferentes variantes para «El Saltador», apodo con el que se conoce internacionalmente al logo felino. Y la involuntaria relación entre las SS que fabricaban sidecars, y las que se encargaban de sembrar el terror en el gobierno nazi, fue poco a poco borrándose, añadiéndose al anecdotario de la Historia del Automóvil.
