Para empezar hay que ser claros y destacar que los taxistas españoles están hoy en huelga por la app Uber y en ningún caso por BlaBlaCar como se ha asegurado en varios medios cayendo en un profundo desconocimiento de lo que el sector del taxi pide que se ilegalice.
¿Cuál es la diferencia entre Uber y Blablacar?
Muy sencillo. Blablacar es una red social, que no usa tarifas impuestas y registradas, se considera a sí que pone en contacto a conductores que van a realizar un trayecto entre dos ciudades con otros viajeros para poder compartir los gastos que supone el viaje, como los de gasolina. A diferencia de Uber, los trayectos no se realizan dentro de una ciudad -por tanto no es competencia directa de los taxistas- ni tampoco a demanda del viajero. Además, el conductor de Blablacar no gana dinero. El dinero que recibe de los viajeros -y que se paga en efectivo- es solo para costear gastos. Por ello, Blablacar pone unos límites a los precios que se pueden pedir.
¿Cómo funciona Uber?
Una vez sabemos la diferencia entre Blablacar y Uber es importante que conozcamos a fondo lo qué es Uber, en qué consiste y cómo funciona.
Uber es una app de móvil que nació en Estados Unidos y que está financiada por Google que funciona de forma similar a los taxis convencionales con la diferencia de que en Uber se opera con conductores particulares y sin exigir la compra de una licencia para el transporte de personas. Lo más sangrante de Uber, y por lo que los taxistas están en pie de guerra, es por la total impunidad de los Gobiernos con esta app que ya tiene pactadas las cuantías de las tarifas y que perjudica de manera brutal a los que ejercen el trabajo de taxista de forma legalizada (pagando su licencia, obedeciendo a unos días de libranza y limitándose a unas tarifas marcadas por el Ayuntamiento de cada ciudad española).
Las tarifas de Uber en una ciudad como Barcelona son de un euro por ‘bajada de bandera’, a lo que se añade 0,30 euros por minuto y 0,75 por kilómetro. Por ejemplo, un viaje de 20 minutos y cinco kilómetros saldría por unos 10 euros. Uber se queda con una comisión de un 20% y por lo tanto actúa de forma ilegal y ejerciendo una competencia desleal a un sector regulado de manera municipal como es el del taxi.
Esta aplicación ha llevado a los taxistas españoles a declarar toda una guerra al consumo colaborativo al entender que el nacimiento de estas plataformas se ha convertido ‘en la gota que colma el vaso’ aseverando que perjudican directamente a un sector que sí cumple con la normativa y regulación existente para poder prestar servicio a sus clientes.
En Estados Unidos ya se ha comprobado como un conductor particular, que realice una jornada laboral para Uber, llega casi a doblar la recaudación anual que un taxista. Todo esto por supuesto sin tener que pagar ningún tipo de licencia para ejercer el mismo trabajo que un servicio de taxi legalizado ¿Conseguirán los taxistas presionar al Gobierno para ilegalizar Uber?