Este importante dato, que rompe con la tradición de un país que gusta de estrenar coche con la misma pasión que desconfía del usado, nos ha llevado en Autofácil a poner manos a la obra para elaborar un macro informe que nos desvele los motivos y justificaciones de esta inversión de la tendencia. En él descubrimos que, por encima de la crisis económica, existen otras muchas variables que influyen poderosamente cuando se toma la difícil decisión de compra. Algunas están tan razonadas y amparadas por la lógica que tras su lectura, más de uno de vosotros, amigos defensores de estrenar coche, comenzará a pensar de forma diferente, incluso me atrevería a asegurar que a partir de ahora considerará la adquisición de un V.O. como una nueva opción más que factible.
El informe, que toma como base la visita personal a 300 concesionarios repartidos por nuestra geografía, extrae múltiples conclusiones que podréis leer de forma detenida más adelante. Sin embargo, quiero anticiparos algunas de las más destacadas y que no necesariamente se centran en el precio. Comprar un usado no tiene listas de espera y permite probarlo físicamente: no un modelo de las mismas características, sino exactamente el mismo que nos llevaremos a casa si todo nos cuadra; además, si pasados 15 días, o 1.000 kilómetros, no nos gusta, en muchos casos podemos devolverlo y cambiarlo por otro pagando sólo los gastos de cambio de titularidad -unos 300 –. Y, por si fuera poco, si eliges un modelo con una antigüedad de dos años, que te saldrá un 40% más barato que nuevo, podrás venderlo cuando tenga cinco años… y, según tarifas oficiales, a un precio apenas un 10% inferior al que tú pagaste tres años antes… es decir, que casi no habrás perdido dinero.
Y creo que llegado este punto es cuando debo dejar paso al trabajo realizado por mis compañeros y que, sin duda, responderá a todas vuestras posibles dudas ante la gran pregunta de este mes: ¿coche nuevo, o de segunda mano con hasta dos años?