Tras ser sometido a una analítica, el conductor de origen vasco dió como resultado 4,75 gramos por litro de sangre. Se trata de la cifra más alta registrada en un control de alcoholemía hasta la fecha y una auténtica imprudencia que hasta los propios gendarmes han tachado de improbable, «es muy difícil dar con un positivo superior a los tres gramos por litro, ya que se considera la frontera del coma etílico».
Los hechos sucedieron el pasado jueves 20 de agosto mientras el conductor, de 56 años de edad, se encontraba estacionado con su vehículo en el carril de emergencia de la la autopista A-89 que va de Burdeos a Perigueux. En ese punto, el individuo había recorrido 240 kilómetros al volante sin ser consciente de ello.
Tras ver que el hombre fue incapaz de soplar, la Policía se vió obligada a llevar al susodicho directamente a un hospital cercano. Esta temeridad tiene como consecuencia la retirada del carné de conducir durante al menos seis meses, además de tener que declarar ante el Tribunal Penal de Libourne, Francia, el próximo mes de octubre.
Este suceso, que establece el récord mundial de alcohol en sangre, supera el caso más alto registrado en España cuando el pasado mes de febrero un individuo, también vasco, daba en Vitoria 2,88 gramos de litro. Recordemos que la DGT establece la tasa máxima de alcohol permitida en 0,5 gramos por litro de sangre o 0,25 miligramos por litro en aire espirado para conductores en general. Ésta misma cifra es la que se recoge en la mayor parte de los países de la Unión Europea.