El invierno está a la vuelta de la esquina y eso significa que el tiempo de heladas ha llegado. Como siempre en estos casos, los coches estacionados a la intemperie, y en especial los parabrisas y ventanas, se llevan la peor parte. En este sentido, siempre se repite una situación en la que no descongelamos el parabrisas correctamente.
Aunque esto parezca una obviedad, siempre hay que retirar el hielo del parabrisas antes de emprender la marcha. Y es que sigue habiendo conductores que arrancan con él, esperando a que la calefacción y los limpiaparabrisas hagan su efecto, mientras recorren muchos metros contorsionando el cuello y sin apenas ver lo que sucede delante del volante, generando una situación potencialmente peligrosa. Por ello, la gente de Carglass España ha lanzado una serie de consejos básicos para extender la vida de nuestro parabrisas y evitar también situaciones de riesgo al volante.
- La manera más sencilla de evitar que el parabrisas se congele es protegerlo con un cartón sujeto a los limpiaparabrisas.
- La mejor forma de quitar el hielo es emplear la típica rasqueta de plástico, que actúa con una eficacia probada y no daña la superficie del cristal. Cuestan muy poco y llevar una en la guantera nos facilitará la vida cada mañana de invierno.
- Otro método es rociar alcohol por el parabrisas, y es que este líquido es capaz de derretir el hielo en unos pocos segundos.
- Por último, se recomienda aplicar en el parabrisas un tratamiento específico repelente de líquido e insectos, que además de mejorar sustancialmente la visibilidad diurna y nocturna en situaciones de lluvia, evita la congelación de las lunas en condiciones no muy extremas y facilita la retirada del hielo.
Lo que no hay que hacer
Descongelar el parabrisas con agua muy caliente, o con el aire de la calefacción a temperatura elevada, puede dañar el cristal seriamente por el cambio brusco de temperatura, provocando su rotura. Y este efecto se intensifica notablemente si el parabrisas tiene un impacto. Tampoco es recomendable accionar los limpiaparabrisas cuando el cristal está helado, pues se daña la superficie de las escobillas, que dejarán marcas en el cristal cuando llueva.
La temporada invernal es la época del año en la que más nos debemos preocupar por el parabrisas y los elementos que lo rodean. Unos limpiaparabrisas deteriorados provocan franjas o superficies veladas en el campo de visión al accionarlos, con la consiguiente merma de seguridad. Se recomienda sustituir las escobillas, como mínimo, una vez al año. Para conservarlas en el mejor estado posible si el coche pasa las noches a la intemperie, es recomendable levantarlas o ponerles un cartón debajo.
El depósito de líquido limpiaparabrisas no debe rellenarse sólo con agua, para evitar que se congelen los manguitos y se obstruyan los pulverizadores a bajas temperaturas.
Por último, invierno es la época del año en la que más roturas de parabrisas se producen por los cambios de temperatura. Un pequeño impacto en el cristal, que puede reparase con facilidad, puede desembocar en una rotura. El propio cristal también sufre al soportar la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del vehículo, o cambios bruscos, como cuando tratamos de descongelar el parabrisas con agua caliente o la calefacción.