Además, el propio Juan Antonio Sánchez Torres, indicó que la relación de ventas VO/VN descenderá este año hasta niveles 2,1 a 1, debido no a la pérdida de fuelle del mercado de segunda mano, sino al incremento de la demanda de nuevos que cerrará previsiblemente en las 830.000 unidades (+14,8%) gracias al apoyo continuado de las distintas ediciones del Plan PIVE.
En estos últimos ejercicios el mercado del vehículo de ocasión ha ido consolidándose como un mercado con entidad e identidad propia, con su feudo de clientes y una estructura comercial similar al de nuevos, al igual que sucede en otros países con mayor madurez en el VO como Francia o Alemania. Tal es así que los usados se han convertido en la primera y única opción para cuatro de cada diez compradores en nuestro país.
Los vendedores estiman que si bien el mercado de ocasión en España va siendo cuantitativamente cada vez más fuerte, lo cierto es que todavía tiene mucho camino por recorrer hasta alcanzar el volumen de normalidad de 2,2/2,3 millones de unidades que le correspondería por población, renta per cápita y nivel de motorización; algo a lo que, sin duda, contribuirá la apertura gradual del grifo de la financiación siempre y cuando se “normalicen” las garantías exigidas.
Sin embargo, cualitativamente el mercado español arroja claros síntomas de debilidad puesto que los particulares concentran todavía el 61% del total de operaciones de VO, la mayoría de las cuales –siete de cada diez- tienen como protagonistas a vehículos de más de diez años; estamos hablando en muchos casos de ‘chatarra’ peligrosa para los automovilistas pues son vehículos que, a diferencia de los adquiridos a profesionales, carecen de contrato, garantías, ITV y un historial de mantenimiento que respalde su rodaje en carretera.
Entre las reivindicaciones también históricas, Ganvam viene solicitando a las comunidades autónomas que rebajen los tipos actuales del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) o, en su defecto, dilaten el periodo de exención de su pago de uno a dos años, ya que la crisis impide vender los vehículos usados sujetos a este impuesto antes del año desde su adquisición que es precisamente el plazo fijado para poder acogerse a la exención del tributo.
Finalmente, la patronal recuerda que el verdadero impulso al mercado de usados debería llegar de la extensión de las nuevas ediciones del Plan PIVE a los vehículos de ocasión, tal y como recogía el primer programa, lo cual no sólo dinamizaría la demanda sino que además favorecería el rejuvenecimiento del parque con vehículos más jóvenes y más seguros, contribuyendo a los ambiciosos objetivos de reducción de edad y siniestralidad marcados por la DGT para 2016.