El curso empresarial se ha puesto en marcha y todos quieren que 2014 no les ´pille´ con los deberes sin hacer. Con una tenue y pequeña luz brillando al final del túnel de nuestra enquistada crisis, el mundo del automóvil demuestra estar a la cabeza de las industrias que por voluntad y esfuerzo creativo serán de las primeras en cruzar el desierto económico que ha invadido nuestro país desde hace más años de los que la razón permite. Hay que cambiar, hay que evolucionar y no existe ni un solo fabricante que no esté forzando al máximo su maquinaria de investigación, diseño y desarrollo para lanzar al mercado nuevos modelos de automóviles con los que adecuarse a las necesidades actuales. No sólo en los aspectos más básicos de precio y consumo –VW ya tiene listo el XL-1, que gasta un litro a los cien kilómetros, aunque a qué precio: ¡111.000 euros!–, sino también en la incorporación de los medios más modernos de comunicación y redes sociales. Veremos cómo en menos de cinco años el 80% de los coches estarán ´conectados´ por Internet, podrán descargarse aplicaciones, comunicarse con otros vehículos y todas sus funciones se realizarán a través de pantallas táctiles. Y eso no será lo más llamativo que nos depara un futuro próximo: firmas como Mercedes y Volvo han realizado grandes progresos en la llamada conducción autónoma, hasta el punto de que antes del año 2020 tendrán a la venta coches que se conducen por sí solos. Las versiones equipadas con motores eléctricos, hoy exclusivas, caras y con escasa autonomía, comenzarán a ´popularizarse´ mucho antes de lo que pensamos; hasta el punto de que el año que viene dos súper-ventas como el Ford Focus y el VW Golf tendrán en su gama sendos modelos que no consumen carburante -bastará con enchufarlos cada noche a la red eléctrica de casa-. Y estos ejemplos son apenas la punta de un gran iceberg que los fabricantes guardan celosamente en carpetas protegidas bajo la etiqueta «confidencial». No obstante, autofácil ha sido capaz de elaborar este mes un informe completo y detallado con las sorpresas más relevantes que las grandes firmas nos deparan hasta 2015, pero tras su lectura no penséis, ni mucho menos, que con él se escribe el punto y final. La historia continúa.