
Para mantener esta buena relación comercial, el grupo abrirá en 2013 su décima fábrica en el país asiático, que estará ubicada en la ciudad de Foshan, provincia de Guangdong. Con este movimiento, Volkswagen se asegura un punto estratégico al sur del país, una zona en la que no son tan fuertes como en otras regiones del norte. La factoría de Foshan tendrá capacidad para fabricar 300.000 vehículos al año, y en un periodo de cuatro años, el grupo alemán espera tener la capacidad de fabricar anualmente unos tres millones de vehículos, para lo que invertirá en China unos 6.000 millones de euros.
Los trabajos de construcción de la planta empezarán a finales de 2010 para albergar a una plantilla de unos 4.000 trabajadores en 2013. La inversión será de 520 millones de euros y estará financiada mediante la joint venture FAW-Volkswagen.
Una economía en alza
El país asiático ya es el mayor mercado de automóviles del mundo, por delante de Estados Unidos. El pasado mes de mayo se vendieron 1,04 millones de coches, mientras que el acumulado del año alcanza las 5,68 millones de unidades. De las marcas asentadas en China, Volkswagen es el mayor fabricante extranjero, con un volumen de ventas de 778.000 unidades en los primeros cinco meses del año, lo que supone un volumen de más del 13,5 %.
Junto con sus socios FAW-Volkswagen y Shanghai Volkswagen, el Grupo Volkswagen tiene un total de nueve plantas en China, donde ya se producen unos 20 modelos Volkswagen, -koda y Audi.