Y Volkswagen no se ha quedado atrás. El año pasado, las seis marcas del grupo alemán vendieron en China un total de 1,9 millones de unidades, lo que supone un 37% más que en 2009, y la previsión para este año ya habla de dos millones de matriculaciones- y subiendo. Sin embargo, la compañía germana no ha tenido en cuenta hasta ahora el segmento de mayor crecimiento, que no es otro que el de vehículos de bajo coste. Estos productos representan en la actualidad el 20% del mercado, una cifra que extrapolada al tamaño del mercado de aquel país se traduce en cientos de miles de unidades.
El vicepresidente ejecutivo de ventas y marketing del Grupo Volkswagen en China, Soh Weiming, ha anunciado públicamente que están evaluando, con su socio First Auto Works, la necesidad de crear una marca local para entrar en este segmento, donde ya han realizado algunos movimientos competidores como General Motors, Honda o Nissan. La mayoría de estas marcas resultantes han surgido gracias a Joint-ventures con compañías nacionales, la estrategia preferida por el gobierno chino para dotar de experiencia y tecnología a las empresas del país.
Hasta que VW tome una decisión al respecto, el grupo alemán ya está construyendo dos nuevas plantas de montaje en China que, junto a las siete ya existentes, serán capaces de fabricar alrededor de cuatro millones de unidades en 2018. Estas dos nuevas plantas serán capaces de fabricar 300.000 unidades cada una en el momento de su apertura, aunque esta cifra se doblará en los próximos años.