El Polo ´abre el fuego´ de toda una generación de coches pequeños -aunque ya rondan los 3,9 metros de largo- que llegarán en la primera mitad del 2002: Seat Ibiza, Citroën C3, Ford Fiesta, Honda Jazz€ Modelos que ya no tienen nada que envidiar a sus hermanos mayores en cuanto a posibilidades de equipamiento, motorizaciones o calidad de fabricación. El Volkswagen de nuestro supertest se ciñe a estas características, ya que su dotación -de serie u opcional- contempla todo lo exigible a un coche de nuestro tiempo, su mecánica TDI la comparte con algunas versiones del Golf e incluso del Passat y su calidad tampoco desentonaría en un coche más caro. Con todo, el esfuerzo económico que hay que llevar a cabo para acceder al Polo -16.290e- es muy elevado.
Por dentro y por fuera
Estéticamente, el nuevo Polo ha ganado en frescura y ha perdido en seriedad con su nuevo frontal más atrevido. El doble faro marca su personalidad, así como la parte trasera muy vertical o la tercera ventanilla lateral del cinco puertas. Las dimensiones se han incrementado sobre el Polo antiguo, lo que ha tenido claras consecuencias: medir 16 centímetros más le ha proporcionado mayor empaque y tener superior altura -unido a un parabrisas muy inclinado- le asemejan a un monovolumen. Su mayor tamaño también repercute en la habitabilidad interior: mejoran todas las cotas de espacio y cuatro adultos viajen sin estrecheces, sobre todo por espacio para las cabezas. Pero, por encima de esto, lo que de verdad le diferencia del anterior es la calidad y el diseño del interior. El mejor ejemplo es el aprovechamiento del salpicadero, actual e impecable, aunque con un aspecto sobrio por el predominio de los tonos oscuros.
El mando a distancia incluye alarma y apertura remota del maletero, pero cuesta 195e.
Debajo de los asientos delanteros hay dos amplios cajones. Compensan una guantera pequeña.
Para repostar, hay que presionar ligeramente la tapa del depósito. Sólo se bloquea con el cierre centralizado.
Las plazas traseras tienen un apoyabrazos con un hueco en su interior.
Neumáticos 185/60 con llantas de aleación de 14 pulgadas -de serie-.
La tercera ventana aligera ´de chapa´ la carrocería y mejora la visibilidad trasera.
Cómo va
Mecánicamente, el Polo se beneficia de las virtudes del motor 1.9 TDI con el sistema bomba-inyector. Un propulsor que empuja desde muy abajo -apenas 1.700 vueltas- y que estira hasta algo más de las 4.500. El resultado es que la respuesta es muy buena, incluso en marchas largas, a poco que pisemos el acelerador. Un propulsor adecuado para un coche que, para su tamaño, ya pesa bastante -casi 1.200 kilos- y le permite no sólo viajar muy rápido, si no hacerlo gastando muy poco. En cuanto al comportamiento está claramente condicionado por el tarado tan blando de suspensiones que se he elegido para el Polo. Teniendo un motor que transmite tanta fuerza y que empuja el coche con una facilidad pasmosa se debería haber recurrido a un conjunto de muelle-amortiguador que controlara de forma más eficaz tanto el balanceo lateral como el cabeceo al acelerar o frenar -la propia marca ofrece por 125e lo que denomina ´tren de rodaje deportivo´, que soluciona el problema-. Todo esto se percibe con claridad en las zonas retorcidas, en las que el conductor levanta el pie del acelerador por falta de confianza, aunque realmente no se haya llegado al límite. Una pena, porque la dirección asistida eléctrica es de las mejores que hemos probado, precisa y con asistencia progresiva, mientras que los frenos son contundentes y fáciles de dosificar, por el buen tacto del pedal. En cuanto al cambio, resulta preciso -sólo el paso de 4ª a 5ª hay que marcarlo más- y tiene buen tacto, aunque los recorridos de la palanca son largos. Por último, destacar la posibilidad de equipar el control de estabilidad por 511 €.
Es curioso que el Polo, -para muchos un coche enfocado a la ciudad-, se encuentre más a gusto circulando por una autopista de curvas amplias, donde esa ´blandura´ no afecta tanto al comportamiento pero sí beneficia al confort. Además, en estas circunstancias el motor pemite cruceros elevados y no cede velocidad ni en repechos muy pronunciados.
El ESP es una opción -511 €-. Se desactiva con un botón en la consola central.
Por último, hay que hablar del precio: 16.290 €, es mucho dinero para un coche de este tamaño, aunque esté bien equipado de confort y su calidad supere a la media. Hay coches más grandes y potentes que valen lo mismo -ver página siguiente-. Sólo si buscamos la máxima calidad del segmento y una imagen excelente el Polo merece la pena.
Veredicto
Un urbano con tacto de coche grande. El precio asusta.
Lo que otros no te cuentan
Suficiente para su tamaño y bastante aprovechable. El maletero tiene apertura eléctrica y se puede abrir desde la maneta del portón o bien con el mando a distancia integrado en la llave. Para las generosas dimensiones del coche -3,89 metros de largo- la capacidad es simplemente correcta -270 litros, 25 más que su antecesor-, pero cuenta con formas aprovechables y el portón deja un hueco muy amplio. Al menos, ahora la rueda de repuesto es de tamaño normal. Dispone de puntos para sujetar la carga, así como una toma de corriente en la parte derecha. Para aumentar la capacidad se puede abatir el asiento trasero en dos partes asimétricas, con lo que el volumen llega a los 1.030 litros.
El salpicadero podría ser de un Golf€ Basta una palabra para definirlo: excelente. Salpicadero macizo, con impecables materiales y diseño muy atractivo: la nueva referencia del segmento -por delante, incluso, del Audi A2-. La consola central se lleva todo el protagonismo y engloba el equipo de audio -cuesta 510 € más 140 € de la preinstalación-, el cargador de seis CD´s -500 €-, y el climatizador -250 €-. El volante, aunque no está forrado en cuero, tiene muy buen tamaño y grosor. Además, se regula en altura y profundidad -de serie-. La instrumentación se ilumina en color azul y es muy fácil de leer, aunque tiene lo justo y se echa en falta un ordenador de a bordo.Los mandos principales y secundarios están muy a mano, tienen un buen tacto. La guantera tiene una capacidad justa, cuenta con cerradura, pero no tiene luz.
En ciudad. Se maneja con soltura gracias a la dirección asistida, dimensiones contenidas y reducido ángulo de giro. El empuje del motor en marchas cortas es sorprendente. Buena visibilidad para maniobrar.
En carretera. La suspensión tan blanda empaña las virtudes de la brillante mecánica TDI. Aún así, su comportamiento es sencillo y su facilidad para adelantar, más que destacable. Nivel sonoro algo elevado.
En autopista. Ideal para rodar muy rápido con total confianza, con un consumo que no se dispara, aunque el ruido del motor sí se hace notar. Absorbe las irregularidades como en un coche mas grande.
Ideal para que te sientes bien. El asiento del conductor ofrece buen agarre, es cómodo y se regula en altura, lo que unido a los reglajes del volante permite una postura perfecta. El acompañante también tiene regulación en altura, y dispone de un excelente espacio para las piernas. La guantera no golpea sus piernas al abrirla.
Detrás, más que suficiente. Detrás está más pensado para dos personas, por el número de reposacabezas -de hecho, el tercero cuesta 60e-. Además, la parte central de la banqueta es más dura e incómoda. El espacio para las piernas es correcto, y la altura, muy buena. Hay una doble luz en el techo y bolsas en los respaldos de los asientos delanteros, pero no hay huecos en las puertas para depositar objetos.
El Polo ideal€ Basta bajar un ´peldaño´ para dar con el Polo más equilibrado: se trata de la versión 1.4 TDI con acabado Trendline. El motor de 75CV ofrece un rendimiento tan sorprendente como su hermano 1.9, su precio es más reducido -con aire acondicionado, sería 1.255 € más barato que la versión de 100 CV- y lo redondearíamos con la suspensión deportiva, que cuesta sólo 125 €.
De categoría superior. En el Polo encontramos de serie detalles de coche grande. Los dos parasoles tienen espejos alumbrados con luces de cortesía. Además, existen dos luces de lectura de mapas en el techo. El volante se regula en altura y también en profundidad, algo inusual en esta categoría. Por último, en las puertas delanteras hay luces que además de alumbrar una zona oscura, advierten a los demás usuarios de que tenemos las puertas abiertas.
Funcionalidad. La ganacia en espacio sobre el antiguo Polo ha sido notable, pero no extraordinaria. Aún así, se ha potenciado su uso como coche para ciudad o largos viajes.
Comodidad. Destaca la suavidad de la suspensión, aunque esto condiciona su eficacia en carretera. El confort climático es excelente; por contra, el motor se escucha bastante.
En marcha. El motor es excepcional. Tiene una fuerza enorme, pero es más refinado en su funcionamiento que otros TDI del grupo. El resto de apartados está bien resuelto.
Economía. El mayor esfuerzo viene a la hora de comprarlo. Por suerte, el consumo es muy reducido y es un modelo que tiene buena valoración en el mercado de ocasión.
Visibilidad. La más crítica es la visibilidad trasera, porque la luneta es pequeña y los reposacabezas estorban bastante.
Alumbrado. Los faros, de original diseño, son bastante eficaces. Lo negativo es que los antiniebla son una opción que cuesta 135 €. De momento, no puede equipar faros de xenón.
Climatización. En esta versión el aire acondicionado es de serie, pero el climatizador totalmente automático es opcional -250H-. Viendo lo bien que funciona, es un elemento muy recomendable.
Comodidad. Las plazas delanteras están muy conseguidas: las banquetas no cansan y sujetan lo suficiente. La posición de los mandos es excelente.
Rivales
Comparten motor, plataforma y muchos elementos, pero cada uno tiene su carácter. ¿Son el Fabia y el Ibiza mejores que el Polo?
El Polo tiene a sus principales competidores ´en casa´. Para decantarse por uno de ellos hay que centrarse en cuestiones concretas; por ejemplo, en materia de comportamiento, y aunque los tres comparten plataforma, el Ibiza despunta por la mejor puesta a punto de su denominado ´chasis ágil´, respecto a Polo y Fabia. Si nos centramos en el acabado interior, hay ligera ventaja para el Polo, aunque visualmente el Ibiza es más llamativo, quedando el Fabia como el más impersonal. Como en prestaciones y consumos, en habitabilidad y maletero las cosas están muy parejas, la principal razón para decantarnos por uno de ellos es la relación precio/equipamiento. El Fabia con acabado Elegance cuesta 16.320e -2.715.000 pta-; el Polo, 16.290e -2.710.427 pta- y el Ibiza en terminación Signa 15.831e -2.634.057 pta-. El Seat es el más asequible, y su equipamiento es mejor que el del Polo y muy similar al del Fabia. Por último, aunque es cuestión de gustos, el diseño del modelo español es mucho más atractivo que el de sus rivales.
SEAT IBIZA.
Precio: 15.831 €
Potencia: 100 CV
Velocidad máxima: 185 km/h
Consumo: 4,9 l/100 km
Tamaño: 387 x 164 x 144 cm
Maletero: 250 litros.
SKODA FABIA.
Precio: 16.320 €
Potencia: 101 CV
Velocidad máxima: 190 km/h
Consumo: 4,9 l/100 km
Tamaño: 396 x 165 x 143 cm
Maletero: 256 litros.
Ficha técnica y gama
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