Aunque el ritmo de caída de las reparaciones -un 4 % durante los años de la crisis- no alcanza ni de lejos la caída de más del 50 % en matriculaciones, Audatex achaca que se reparen menos coches a un parque automovilístico cuyo crecimiento ha quedado ralentizado por la situación económica. Además, el envejecimiento del parque móvil empeora la situación para los talleres: El 59 % de los vehículos que se reparan tienen menos de cinco años, y son los de esta edad los que necesitan operaciones más lucrativas para el sector.
Curiosamente, Audatex ha detectado que las nuevas tecnologías incorporadas a los automóviles también han disminuido la cantidad de reparaciones que son necesarias: Los sensores y cámaras de aparcamiento están reduciendo el número de golpes traseros para los que haga falta pasar por el taller, cuando estos incidentes representan el 28 % de las colisiones que exigen algún tipo de reparación. No obstante, las que son consecuencia de choques frontales –56 %– son las más habituales. Si a esto añadimos que las reparaciones de carrocería son vistas como de menor importancia frente a otras, y que muchos conductores deciden excluir esta cobertura de su póliza para ahorrar en tiempos difíciles, tenemos más malas noticias para la posventa. Las reparaciones de chapa y pintura suponen el 46,2 % de sus ingresos -5.700 millones de euros-.
En opinión de José Luis Gata, responsable de Ventas, Fabricantes y Asociaciones de Audatex, «en este contexto de crisis los talleres deben adaptar y mejorar su modelo de negocio, optimizando al máximo sus tiempos administrativos y de pedidos para elevar su rentabilidad. Para ello es necesario aprovechar la tecnología de los estándares de valoración que permiten identificar correctamente desde el principio el vehículo y las piezas de reparación, evitando pérdidas de material y echar más tiempo del necesario en la reparación».
