En 2010, la empresa china Zhejiang Geely Holding Group llegó a un acuerdo con Ford para comprarle Volvo, que pertenecía a los del óvalo desde 1999. Lejos de convertirse en una marca barata, Volvo está renovando toda su gama, apostando por plataformas y motores nuevos, además de una gran calidad y un equipamiento muy avanzado.
Los primeros en llegar fueron los XC90 y S90/V90. Creados sobre la plataforma SPA -los modelos pequeños como el futuro V40 y XC40 emplearán la CMA- y con una gama de motores diésel y gasolina de cuatro cilindros y 2.0 litros, su resultado es tan bueno que estamos, probablemente, ante una de las mejores generaciones de la historia de Volvo.
El último en llegar es el XC60, el modelo más pequeño creado sobre la citada SPA. Eso significa que, aunque sigue siendo un SUV medio de 4,68 m y cinco plazas, estamos ante un XC90 a escala. Y esto, además, es mejor todavía para el XC60, pues pesar 81 kilos menos y tener 27 cm menos de largo le aporta ventajas importantes en cuanto a manejabilidad, agilidad, consumo… Veamos cómo es y cómo queda frente a sus rivales directos.
Interior del Volvo XC60 D5: Soberbio por calidad, bastante bien por espacio
El XC60 emplea el mismo salpicadero ya visto en los XC90, V90 y S90. Destaca por la sencillez de sus formas y por utilizar muy pocos botones, pues casi todo se maneja a través de la gran pantalla central táctil de 9 pulgadas.
Acostúmbrate… El manejo de la pantalla es intuitivo, y también ayuda que responda a poco que la rocemos con los dedos. Aun así, requiere cierta adaptación y hay cosas que es mejor manipular en parado, como la activación de los sistemas de seguridad. Por lo demás, la postura al volante es muy cómoda -es muy sencillo encontrarse a gusto- y elevada -algo que mejora la visibilidad-.
Esto es un interior muy bien hecho: Los acabados son excelentes. Todos los materiales son muy agradables al tacto y transmiten sensación de gran calidad. Además, los ajustes y los remates están muy cuidados. Todas las piezas están muy bien ensambladas entre sí, y en marcha no se aprecia ningún grillo.
Espacioso, pero los hay mejores: Las plazas traseras son amplias, e incluso la central es relativamente cómoda para un tercer adulto. Por anchura, podrían caber tres sillitas. El maletero ofrece 505 litros -con kit reparapinchazos de serie-: es una cifra considerable, pero sus rivales se sitúan en los 550 litros.
¿Es el Volvo más seguro?
El XC60 puede llevar, en opción o de serie, estas cuatro funciones de seguridad inéditas en la marca hasta el momento.
No se sale. El Run Off Road Mitigaction vigila los laterales de la vía; si entiende que nos vamos a salir de la calzada, actúa sobre la dirección y el ESP para evitarlo. Es de serie.
Esquiva. Con la Función extra del City Safety, el XC60 avisa al conductor mediante sonidos en caso de posible accidente por alcance, y puede frenar si éste no lo hace. La novedad es que, ahora, también puede cambiarse de carril automáticamente para evitar el impacto si la frenada no es suficiente. Actúa entre 50 y 100 km/h. De serie.
No se choca de frente. El Oncoming Lane Mitigation detecta si se invade el carril de la izquierda y, también, si viene otro coche de frente; si es así, actúa sobre la dirección y los frenos automáticamente para que evitar un choque frontal. Funciona entre 60 y 140 km/h. Es de serie.
Adelanta, si puede. Con el BLIS con asistente de dirección, además de avisar mediante testigos, el control de ángulo muerto -BLIS- puede actuar sobre la dirección para evitar cambios de carril si viene otro coche. Vale 1.791e, y va junto con el control de velocidad adaptativo, el asistente de atascos y el sistema que avisa si viene algún vehículo cuando salimos de un aparcamiento marcha atrás.
El Volvo XC60 en acción: Tan cómodo como un XC90, pero un poco más ligero
El XC60 emplea la misma plataforma SPA del XC90, pero acortada: tiene una distancia entre ejes de 2,86 m en vez de 2,98 m, y pesa 81 kilos menos que el XC90 equivalente. Por lo demás, todos los elementos son los mismos: suspensiones, dirección, motores, sistema de transmisión, frenos…
Con todo, el XC60 es muy similar al XC90 en términos de comodidad; aspecto en el que más destaca junto con la facilidad de conducción. Sin embargo, el menor tamaño y peso frente al XC90 le hace un poco más ágil en carreteras de curvas, donde se muestra menos torpe de lo que uno podría pensar para ser un modelo de casi dos toneladas, 4,68 metros de largo y 1,65 m de alto.
El motor 2.0 diésel de 235 CV tiene mucha fuerza a bajo y medio régimen; a 1.750 rpm entrega 480 Nm de par. Su respuesta es intensa y progresiva, y cuenta con un cambio automático de ocho marchas que no admite pegas por rapidez o suavidad. El motor vibra poco, no es ruidoso y su consumo es razonable: 7,5 y 8 l/100 km reales.
El XC60 cuenta con un mando tras el cambio para elegir entre cinco modos de conducción -vale 101 euros-: Eco, Comfort, Off Road, Dynamic e Individual. Varía la respuesta del acelerador, el cambio, la dirección y la climatización, pero también la altura de la carrocería si se tiene la suspensión neumática Four C -2.389 euros-. Así, la posición Eco rebaja la altura 10 mm respecto a Comfort, y Dynamic lo hace 20 mm; mientras, Off Road la sube en 40 mm.
¿Y cómo se desenvuelve el Volvo XC60 en el campo?
El XC60 está pensado para asfalto -de hecho, los neumáticos que lleva de serie son para ese tipo de firme-, pero gracias a la tracción total, el control de descenso en pendientes y a unas cotas que no son malas, se defiende en campo mejor de lo esperado. La suspensión neumática Four C -2.389e- permite elevar 40 mm la altura de la carrocería para rodar por terrenos escarpados. Pese a todo, la parte inferior de los paragolpes no está especialmente protegida ante posibles roces, por lo que sólo recomendamos su uso por pistas en no muy mal estado.