Dream Cars: 70 años de coches de ensueño

Dicen que para concebir una obra de arte hay que vivir con un pie en el mundo real y otro en el de los sueños. Hace más de siete décadas que los diseñadores de automóviles soñaron por primera vez para inventar algo único: los dream cars, hoy más conocidos
como concept cars.


La técnica es el motor que impulsa la industria del automóvil. Cada avance incorporado a los vehículos ha implicado conocerla, entenderla, dominarla… y, por último, saltársela. Y gracias a ese último paso existen los concept cars. Ideas rodantes, por lo general a medio construir y condenadas a terminar sus días en algún museo. Sin embargo, los concept son vehículos especiales por dos motivos: la imaginación es el único límite para desarrollarlos y, por otro lado, todos tratan de hacer suyo un pedacito del dispositivo tecnológico de moda en el momento en que ven la luz. El último ejemplo son los vehículos que aparecen a la derecha. Tanto el Nike One 2022 presentado en 2004, como GT by Citroën de 2008 y el Mercedes Vision AMG GT presentado en el Salón de Los Ángeles de 2013 nacieron como rapidísimos vehículos de competición virtuales… para la cuarta, la quinta, y la sexta entrega del simulador de conducción más famoso de los últimos años: el Gran Turismo.

Aunque el origen de los concepts hay que buscarlo siete décadas atrás. En concreto, en el año 1938. Por aquel entonces, el último grito en tecnología era el propio automóvil y, por eso, el jefe de diseño de GM, Harley Earl, concibió el Buick Y-Job; un dream car pensado para mostrar cómo sería el coche del futuro. Para ello lo equipó con dispositivos que, para la época, eran de ciencia ficción: aire acondicionado, ventanillas eléctricas, frenos hidráulicos, unos elegantes faros escamoteables y unos paragolpes que ´abrazaban´ la carrocería para proteger sus esquinas de los pequeños golpes.

Ese mismo año, surgía el Phamton Corsair, un deportivo de seis plazas realizado sobre un chasis con componentes de aluminio al que se considera el primer intento de estudio aerodinámico de la historia del automóvil. Durante los años 50 y 60, fueron los aviones a reacción los que inspiraron prototipos como el Cadillac Cyclone de 1959, que era una mezcla entre avión y nave espacial… Mientras, en los 70 se impusieron los concepts en forma de cuña inspirados en los aviones de combate; en los 80 el último grito eran las líneas rectas y, en la actualidad, los automóviles situados a medio camino entre un coche y una moto anticipan la movilidad urbana de la próxima década. Y, una vez más, la misma pregunta: ¿qué nos depara el futuro?

Mercedes Vision AMG GT… y los coches que sólo verás en videojuegos

El Mercedes Vision AMG Gran Turismo ha nacido para conmemorar los 15 años de vida del videojuego Gran Turismo… aunque puedes encontrar una maqueta a escala 1:1 en el centro de desarrollo de Mercedes en California –EE.UU.–. Este Mercedes dispone de dos puertas de tipo alas de gaviota, un motor gasolina 6.3 V8 biturbo de 585 CV, pesa 1.380 kilos ¡¡y cuenta con ocho salidas de escape¡¡¡
El GT by Citroën fue el primer automóvil desarrollado para un videojuego… que, más tarde, se presentó en un salón del automóvil; el de París de 2008. Además de por su estética, destacaba por adaptar soluciones innovadoras como unos faros compuestos íntegramente por leds, unas puertas de apertura vertical o porque su motor se alimentaba por la electricidad almacenada en una pila de combustible. Por su parte, el Nike One 2022 es el más antiguo de todos… y, a la vez, el más innovador. Este buggy lunar de 3,29 m, que aparecía en el videojuego Gran Turismo 4, equipa una mecánica de 269 CV asociada a una caja automática de ocho marchas y a la tracción total. Su particularidad es que sólo podía alcanzar su velocidad máxima de 370 km/h manejado por aquellos conductores que jugaban al GT4 entre 1 y 2 horas diarias.

Volvo Air Motion y otros héroes del tráfico urbano

Están pensados para circular por ciudad: son pequeños, originales, avanzados y capaces de avanzar sin emitir una partícula de CO2. Un buen ejemplo de ello es el Volvo Air Motion, presentado en el Salón de Los Ángeles de 2010. Equipa un ligerísimo chasis de fibra de carbono –pesa 454 kilos– y dispone de cuatro motores de aire comprimido ubicados en el interior de sus ruedas. El Nissan Land Glidder, presentado en 2009, es un biplaza eléctrico de 3,1 m de largo con dos asientos situados en tándem y una carrocería que se inclina hasta 17º grados en las curvas. A su vez, el Opel RAKe de 2011 es un eléctrico capaz de alcanzar 75 km/h con un planteamiento similar. Por último, el Peugeot Moovie de 2005, es un urbano con diseño de burbuja, equipado con dos ruedas gigantes que hacen las veces de puertas y que le permiten girar sobre sí mismo para agilizar las maniobras.

Lotus Etna y los diseños poligonales

Esta tendencia comenzó con el Citroën Karim, presentado en el Salón de París de 1980; un automóvil con forma de pirámide y tres plazas. Su interior disponía de tres plazas –el conductor iba sentado en posición central– y aglutinaba todos sus mandos alrededor del volante. Incluso los súper coches como el Lotus Etna eran rectilíneos en los años 80. Este automóvil, que ganó el premio de diseño en el Salón de Londres de 1984, equipaba un motor 4.0 V8 con tecnología de F1 y suspensiones pilotadas… pero los problemas económicos de Lotus impidieron fabricarlo.

Buick Y-Job. Inventores de los concept

El Buick Y-Job de 1938 rompió todos los moldes en su época: no sólo fue fruto del primer departamento de diseño de la historia del automóvil –creado por Harley Earl en General Motors–, sino que fue el primer automóvil concebido como un concept car y, además, el vehículo personal de Earl durante décadas. Ese mismo año, también apareció el Phantom Corsair diseñado por Rust Heinz –millonario gracias a su marca de ketchup–, que anticipó muchos elementos que incluyen los automóviles a día de hoy: puertas sin tiradores –se abrían pulsando un botón–, ruedas carenadas o aire acondicionado. Su buena aerodinámica le permitía alcanzar 185 km/h.

 

Cadillac Cyclone. Inspirados en la aviación

El El Cadillac Cyclone trataba de imitar los aviones a reacción tan populares en los años 50 y 60. De ahí provienen la cúpula que permite acceder al habitáculo, las aletas traseras que imitaban el estabilizador vertical o unos pilotos traseros con forma de reactor. Por su parte, el General Motors Firebird III es el tercer prototipo de una saga que se inspiraba en los cazas de combate de la época: equipaba una carrocería de titanio, siete pequeños aletines que imitaban las alas de los aviones y estaba impulsado por dos motores: un pequeño propulsor gasolina de 10 CV para hacer funcionar los accesorios y una turbina de gas con 225 CV.

Lancia Stratos Zero y los coches cuña

El Lancia Stratos Zero diseñado por Marcello Gandini supuso un hito en la historia de los concepts: su ligera carrocería en forma de cuña inspirada en los cazas de combate de los años 70 fue una de las más imitadas de la década. Pese a tener aspecto de súper coche, equipaba un modesto motor gasolina 1.6 de 115 CV que, sin embargo, resultaba suficiente para desplazar sus 710 kilos. En el Salón del Automóvil de Ginebra 1970 se presentó el Ferrari Modulo,  desarrollado a partir de uno de los Ferrari 512 S de competición, equipaba un motor V12 en posición trasera de 550 CV. ¿Una curiosidad? Su afilada carrocería tan sólo medía 93 cm de alto. Por último, el Mercedes C111-III fue el coche diesel más rápido del mundo: en 1978, batió nueve récords mundiales de velocidad en el circuito de Nardo –Italia–.

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