Ahora, el Golf VI vuelve a este concepto, y lo hace con algunos toques distintivos, como la nueva trasera, la línea del techo más plana y el marco del parabrisas más inclinado, algunas modificaciones típicas en las anteriores generaciones de este cabrio. Puede incorporar faros bi-xenón y pilotos de LED. Lo que sí ha mejorado de manera notable es el sistema automático de apertura de la capota de lona -de accionamiento electrohidráulico-, que precisa de apenas 9,5 segundos para realizar el movimiento completo, un tiempo lo suficientemente bajo como para hacer esta maniobra en cualquier parada breve, como en un semáforo. También se puede activar en movimiento, pero a velocidades de hasta 30 km/h.
El sistema de protección antivuelco está ahora oculto y emerge de forma automática en caso de necesidad. Sin abandonar el apartado de seguridad, incorpora también airbags de cabeza/tórax frontales y laterales, airbag de rodilla para el conductor y ESP.
Seis motores
El Golf Cabriolet utiliza la oferta mecánica de la versión cerrada, con seis motores con potencias comprendidas entre los 105 y los 210 CV del GTI. Cuatro de esos seis motores pueden montar la caja de cambios de doble embrague DSG. También habrá versiones BlueMotion Technology, como en el Golf, para reducir el consumo y las emisiones. Como ejemplo, la versión 1.6 TDI de 105 CV consume apenas 4,4 litros cada 100 km con unas emisiones de 117 g/km.
Llegará al mercado después del verano y podrá montar todos los elementos de equipamiento del Golf a excepción, claro está, del techo solar.
