
VW quiere ser el mayor fabricante europeo en EE.UU.
El Consejo de Vigilancia de Volkswagen AG ha aprobado este proyecto, que supondrá una inversión de unos 620 millones de euros. Las primeras unidades saldrán de la planta a principios de 2011. La primera fase de construcción ha sido diseñada para lograr una producción anual de 150.000 automóviles, incluyendo los procesos de fabricación de la carrocería, pintura y ensamblaje. Un vanguardista sistema de producción modular proporcionará la máxima flexibilidad posible a esta planta.
El primer vehículo que se producirá en ella será un nuevo sedán mediano pensado exclusivamente para el mercado estadounidense. Volkswagen empleará de forma directa a 2.000 trabajadores, además de los puestos de trabajo adicionales que se crearán entre proveedores y sectores logísticos.
Los norteamericanos percibirán a VW como fabricante nacional
El presidente del Comité de Dirección del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, ha asegurado que “Esta planta representa todo un hito en la estrategia de crecimiento de Volkswagen”. “Tenemos previsto vender 800.000 vehículos en Estados Unidos en 2018 y esta planta jugará un papel clave en nuestra estrategia”. La intención de Volkswagen es que la factoría ayude a compensar de forma permanente las constantes fluctuaciones del cambio de moneda.
En un primer momento, Volkswagen elaboró una lista de 25 posibles sedes para su factoría norteamericana. El Comité de Dirección eligió finalmente Chattanooga porque supera (aunque sea sólo ligeramente) a las otras candidatas en lo que se refiere a infraestructura ya existente de industrias auxiliares, a mano de obra cualificada y en la disponibilidad de unas 550 hectáreas de suelo industrial muy bien comunicadas.