
De entrada, la ceremonia de apertura tuvo que cancelarse debido al mal tiempo. Tan mal estaba la situación meteorológica que los helicópteros no pudieron llevar a los pilotos hasta Madonna di Campiglio, teniendo que conformarse con míseros aviones privados hasta el aeropuerto más próximo.
Pero con 144 periodistas y fotógrafos de todo el mundo esperando una noticia original, o una imagen única, ninguno de los pilotos actuales de la Scuderia faltó a la cena ineludible, donde también se dejó ver la gente de Ducati, como Valentino Rossi -el evento es iniciativa de la tabaquera Phillip Morris, sponsor que tienen en común estos equipos italianos de cuatro y de dos ruedas-. La prensa ya se relamía ante la perspectiva de inmortalizar a «Il Dottore» junto a nuestro bicampeón. Otra mala noticia: Rossi todavía tiene que cuidar su hombro recién operado y no veremos ningún divertido duelo entre los dos, ni con esquíes ni con los 4×4 sobre hielo. Por su parte, Nicky Hayden aprovechaba para reiterar que no le tiene ningún miedo a Rossi.
Tercera mala noticia: Alonso no podrá esquiar debido a un problema muscular que le surgió durante un entrenamiento. El esquí es uno de los pilares de la concentración Wroom, toda una tradición. Todavía se recuerda a Michael Schumacher demostrando que no sólo sabe -o sabía- deslizar bien sobre el asfalto, sino que sobre la nieve es otro maestro. Pues bien, no será este año cuando Fernando haga sus pinitos. Por abreviar: Sólo Massa está al 100 % y deseando subir a la montaña. Gené y Fisichella también tienen sus dolencias.
Por lo pronto, el programa para este miércoles incluye rueda de prensa con Domenicali, así que con toda probabilidad tratarán de sacarle declaraciones jugosas, sobre todo respecto a cómo ha empezado el año en Ferrari, donde se ha cortado alguna que otra cabeza.
Nieve, trineos, desfiles con antorchas, carreras sobre hielo… Esto es Wroom, en Madonna di Campiglio. Aunque no lo parezca, esto es Ferrari a pocas semanas de presentar su nuevo bólido.
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