Estéticamente mantiene muchos de los rasgos ya conocidos en el prototipo, eliminando elementos difíciles de llevar a la cadena de montaje, como los prominentes paragolpes adornados con llamativas luces de Led. Bajo el capó se esconde un motor del que ya teníamos muchos datos: un propulsor de 2.0 litros bóxer de cuatro cilindros de origen Subaru e inyección directa D-4S de Toyota. Sin necesidad de turboalimentación es capaz de desarrollar 200 CV de potencia máxima con un par de 205 Nm a 6.600 vueltas. La caja de cambios de serie es una manual de seis velocidades, aunque también se puede equipar una automática con levas en el volante, también de seis relaciones, y diferencial de deslizamiento limitado.
Durante todo el proceso de desarrollo, Toyota ha hecho especial hincapié en su agilidad, algo que se ha conseguido con un reparto de pesos de 53:47 (delante:detrás), un peso de tan sólo 1.180 kg y, lo que es más importante, un centro de gravedad situado a apenas 475 mm del suelo. También ayuda su tamaño compacto: mide 4,24 metros de longitud, 1,28 m de altura y 1,77 m de anchura -un Genesis tiene una longitud de 4,63 metros-. Respecto a éste, ha preferido sacrificar potencia para conseguir un plus de deportividad y placer de conducción: el GT 86 no busca unas prestaciones de infarto -el 0 a 100 km/h lo hace en 7 segundos-, sino que opta por transmitir sensaciones y un mayor tacto del coche. En cuanto a suspensiones, monta una de tipo MacPherson en el eje delantero y una de brazos dobles oscilantes en el trasero. Unas llantas de 17 pulgadas y frenos ventilados cierran el conjunto.
En las fotos vemos un interior completamente forrado en cuero, un salpicadero con acabados imitando a la fibra de carbono, navegador, botones inspirados en el mundo de los aviones… Su precio para el Reino Unido -el único confirmado- es de 28.000 libras, unos 32.500 euros, una cantidad quizá un poco elevada si tenemos en cuenta que el objetivo de la marca partía en unos 25.000 euros. Lo más probable es que existan versiones con un acabado menos exclusivo del que vemos en las fotografías para rebajar el precio de acceso, ya que Toyota quiere que cada cliente pueda comprarse su coche y confeccionarlo a su gusto.