El estudio ‘El papel de las VTC y taxi en la implementación y extensión de las Zonas de Bajas Emisiones‘, realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Barcelona (UB) en colaboración con la plataforma española de multimovilidad Cabify, ha analizado el papel de los servicios de movilidad bajo demanda con conductor (VTC y taxis) en la implementación de zonas de bajas emisiones (ZBE). En la actualidad, 14 ciudades han adoptado estas ZBE como una medida para abordar la creciente preocupación por la contaminación ambiental, mientras que otras 135 tienen la obligatoriedad de hacerlo en los próximos meses.
El informe destaca que, junto al transporte público colectivo, los servicios de movilidad compartida bajo demanda, incluyendo la micromovilidad y la movilidad personal, pueden desempeñar un papel importante en la gestión de una movilidad eficiente y en la maximización de los beneficios de las ZBE.
Marc Tarrés, investigador de la Universidad de Barcelona (UB) y coautor del estudio enfatiza en la importancia de las ZBE: “Ante la falta de previsión en la implementación y gestión de las ZBE, es necesaria una reflexión colectiva que tenga en cuenta todos los elementos para avanzar hacia una movilidad eficiente en las ciudades. Los servicios de movilidad bajo demanda pueden ser un factor decisivo para lograr los objetivos de reducción de emisiones contaminantes, por lo que resulta fundamental atenderlos como actores estratégicos de la movilidad urbana y que las Administraciones locales tengan en cuenta su capacidad de contribución a la hora de regular las ZBE”.
¿Cómo ayudan los servicios de movilidad bajo demanda a las ZBE?
Aunque las Zonas de Bajas Emisones (ZBE) contribuyen a la reducción de la contaminación e impulsan la renovación del parque de vehículos, no siempre logran disminuir los niveles de tráfico ni la congestión, ya que todos aquellos vehículos sin el distintivo correspondiente proceden a cambiar los recorridos y aquellos con vehículos nuevos coinciden en los mismos trayectos. Por lo tanto, se considera necesario complementar las ZBE con otras medidas, como la mejora de los servicios de transporte público. Aunque esto puede resultar desafiante debido a la falta de recursos necesarios, y a la gestión por parte de empresas privadas del transporte entre municipios.
Una solución propuesta es el uso de los servicios de movilidad bajo demanda (VTC y taxis), que podrían reducir la congestión en un 7 % y la contaminación en un 6 %. Además, pueden complementar eficazmente al transporte público colectivo gracias a la coordinación que ofrecen las plataformas digitales, lo que contribuye a reducir la demanda de vehículos privados y a mejorar la fluidez del tráfico en las áreas urbanas.
Este servicio aumenta la eficiencia al emplear plataformas digitales, utilizar vehículos menos contaminantes, recorrer distancias más cortas en vacío y aplicar tarifas diferenciadas según las horas pico y valle. No debemos pasar por alto el papel fundamental que desempeñan los VTC y taxis en la movilidad de aquellos ciudadanos que no pueden conducir debido a diversas razones, como discapacidad, falta de licencia, edad o consumo de alcohol, entre otros.
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