Las cinco emergencias más temidas
1- Pinchas una rueda: Coge el libro de mantenimiento de tu coche para comprobar los pasos que éste te indica que tienes que dar y las herramientas que tienes que usar. En cualquier caso, siempre deberás detener el coche en una zona llana, realizando la operación con el freno de mano puesto y una marcha engranada. Para retirar el tapacubos, usa un destornillador de punta plana haciendo palanca sobre el borde, o introduce una llave por uno de sus agujeros. Si tu coche monta llantas de aleación, retira el embellecedor central. Tras aflojar las tuercas de la rueda, en el manual de mantenimiento encontrarás cuál es el punto más adecuado en el que colocar el gato para levantar el coche. Al cambiar la rueda, asegúrate de que vuelves a colocar todas las tuercas en su sitio -apriétalas fuerte pero no al máximo-. Coloca la llanta o tapacubos con un golpe seco y dirígete a la gasolinera más cercana para comprobar que la presión es la recomendada por el libro de mantenimiento. Puede que te sorprenda, pero no saber cambiar una rueda tiene una multa de 90 euros.
2- Te equivocas de combustible: Consulta el libro de mantenimiento para saber si tu coche cuenta con un orificio en los bajos del depósito con el que vaciarlo de carburante. Existe un remedio casero, pero tienes que tener mucho cuidado al practicarlo, ya que el combustible es muy tóxico: Extraer el carburante aspirándolo a través de un tubo de goma y haciéndolo caer en un bidón, colocado a ras de suelo. En caso de que se trate de un motor diésel al que has echado gasolina, no o vacíes totalmente. Ten siempre presente que, si el combustible equivocado no supera el 15 % del depósito, puedes rellenar el resto con el combustible correcto sin mayor problema.
3- Arde el motor: Quita el contacto y antes de bajarte acciona la apertura del capó. Si antes de dar lugar a nada detectas que el coche huele a quemado, desconecta los bornes de la batería, a ser posible empezando por el negativo. Si además empiezas a ver llamas, utiliza un extintor sobre el motor con el capó lo más cerrado posible, pues así evitarás que entre oxígeno y avive el fuego -si el origen no está en el motor, orienta el extintor hacia el que sea el foco de las llamas-. Si no tienes extintor, llama al servicio de asistencia. Aléjate del coche y llama al 112, porque existe riesgo de explosión. Normalmente l fuego se origina por un cortocircuito, pero también puede provocarlo la rotura de un colector de escape.
4- El coche no arranca: Lo normal será que te hayas quedado sin batería, algo que podrás confirmar si no funcionan las luces ni el claxon. Llama a tu servicio de asistencia, aunque lo más probable es que tenga que cambiártela. Si accionas el contacto y, a pesar de tener carburante, el motor gira pero no llega a arrancar, comprueba que todos los cables están correctamente conectados y llama a la grúa: No podrás continuar el viaje. Otra posibilidad es que el sistema antirrobo con decodificación electrónica no esté reconociendo la llave. Primero vuelve a abrir y cerrar el coche; si no funciona, usa la llavede repuesto; si tampoco da resultado, llama al servicio técnico de la marca.
5- Te quedas sin gasolina: El recipiente con el que transportes el combustible de la gasolinera a tu coche tiene que estar homologado por la Ley de Transporte de Mercancías Peligrosas. De lo contrario, te pueden poner una multa de 2.000 a 3.000 euros. En esta situación, el mayor peligro es que las tuberías de un diésel se llenen de aire. En un coche de gasolina, al repostar arrancará, pero si es un diésel antiguo y lleva bomba mecánica, es posible que no lo consigas. En tal caso, purga el circuito presionando varias veces el purgador que hay en la parte superior del filtro de gasoil. Pero lo mejor es que estés pendiente de cuánto combustible te queda, ya que quedarte sin carburante conlleva una multa de 90 euros, ya que tendrás que pararte en un lugar de estacionamiento prohibido, y no se considera una avería de fuerza mayor.