25 años de camperización con base Mercedes

El Mercedes Sprinter, uno de los pocos furgones que pueden disponer de tracción total y reductora, acaba de cumplir 25 años. A lo largo de sus tres generaciones ha sido una de las mejores bases para desarrollar una autocaravana.


Fíjate en este dato: solo este verano, los carroceros de autocaravanas han presentado más de 10 nuevos modelos basados en la tercera generación de Mercedes-Benz Sprinter, como la Elegance I 910 G de Bürstner, la c-tourer T 143 LE de Carthago, la Clase B MasterLine T 780 de Hymer y la más interesante desde nuestro punto de vista: la Nova M de La Strada, pensada para llegar al fin del mundo con su sistema de tracción total, suspensiones elevadas y neumáticos todoterreno.

Este hecho insólito, unido al vigésimo quinto aniversario de la furgoneta alemana, nos da una excusa perfecta para repasar la historia del Sprinter y la actualidad de las autocaravanas basadas en esta plataforma.

De James Cook a Marco Polo

Lo primero que hay que aclarar es que Mercedes, a diferencia de otros fabricantes, comercializa su propia línea de autocaravanas, conocidas actualmente con la denominación Marco Polo, si bien la primera unidad, fabricada en 1976 sobre la base de un furgón Mercedes de la serie TN, rendía homenaje a James Cook, célebre navegante y explorador británico del siglo XVIII.

Pero en Daimler saben perfectamente que buena parte de los usuarios prefiere «camperizaciones» totalmente personalizadas, únicamente posibles si las realiza un especialista fuera de la fábrica, por lo que cooperan al máximo posible con los carroceros, ya que, aunque lo ideal es vender la autocaravana completa (y con la máxima cantidad posible de equipamiento extra), es preferible vender un furgón o un chasis-cabina a un carrocero que dejar que sea un rival quien se lleve la venta.

25 años de Sprinter

Desde 1995, el Mercedes-Benz Sprinter ha sido una de las bases más elegidas por el mercado de las autocaravanas. A pesar de que sus precios nunca han sido los más populares, el constructor alemán siempre ha dispuesto de atractivos elementos diferenciadores como sus motores más potentes o la disponibilidad de sistemas de tracción total, bloqueos de diferencial e, incluso, reductora.

Pero lo cierto es que el Sprinter no fue el primero. Sus antecedentes se remontan a 1955, con el L 319, sucedido en 1967 por la serie TN, T1 o Bremen, que se estuvo fabricando durante casi 30 años. A día de hoy, muchos trotamundos todavía confían en sus autocaravanas construidas a partir de vehículos de esta serie que en otra vida fueron furgones de reparto de correos, talleres móviles o vehículos militares, tres bases muy habituales en la época para realizar las conversiones a vehículo vivienda.

Así, después de la serie TN, en 1995 nace el primer Sprinter, con novedades como los frenos de disco en las ruedas delanteras y traseras, el sistema de frenos antibloqueo ABS y otras innovaciones que suponen un auténtico punto de ruptura con el pasado. Además, ya desde la primera generación se podía elegir entre infinidad de configuraciones, incluidas las de chasis con cabina simple y doble, así como el clásico furgón en versión mixta o de carga. Además, las batallas oscilaban entre 300 y 402,5 centímetros, y la masa máxima admisible podía alcanzar las 3,5 toneladas. Con todo ello, el primer Sprinter era una buena base para las conversiones a autocaravana, y empresas como Westfalia, Hymer, Rapido, Dethleffs, Wochner, Frankia y Carthago no tardaron en comenzar a ofrecer sus transformaciones sobre esta base.

Segunda generación del Sprinter

Once años y varias rediseños de gama más tarde, en 2006 Mercedes-Benz presentó la segunda generación del Sprinter, que introdujo una variedad de versiones aún mayor, con novedades como el techo sobre-elevado o una cuarta longitud de carrocería. Además, se mejoraron los frenos y se introdujo el ESP adaptativo con funciones extendidas en toda la gama, además del airbag de tórax para el conductor y el copiloto, faros bi-xenón, sensores de aparcamiento y un largo etcétera, incluido el asistente de viento lateral, introducido como primicia mundial en 2013.

Un cuarto de siglo después, en 2018, la tercera y actual generación del Sprinter celebró su estreno, y una vez más se mejoraban sus capacidades para ser «camperizado». Una gama aún más amplia de variantes de carrocería daba a los preparadores de autocaravanas un alto grado de libertad a la hora de diseñar la zona de estar. Además, una gran cantidad de equipamiento y sistemas de asistencia, que antes solo estaban reservados para el sector del automóvil, se incluía en el equipamiento del Sprinter, que ahora puede disponer de ayudas al aparcamiento por radar o de la interfaz MBUX con asistente virtual. De hecho, tras el pequeño Clase A, el Sprinter fue el siguiente modelo de la gama Mercedes en poder disponer de esta interfaz.

Pero aún más importante es la posibilidad de ofrecer, de fábrica, elementos desarrollados especialmente para las autocaravanas, como los asientos giratorios del conductor y el copiloto, el freno de estacionamiento eléctrico que permita tanto el giro de los asientos como el acceso sin obstáculos entre la cabina y el área de estar, y la interfaz Mercedes-Benz Advanced Control (MBAC).

La interfaz MBAC

La MBAC es una de las mejores armas de Mercedes para que compres la autocaravana de fábrica en lugar de recurrir a un preparador, ya que centraliza el manejo del frigorífico, de la climatización del salón, de la iluminación interior (tanto directa como ambiental), el sistema de sonido, el toldo extensible, el techo desplegable… Además, informa sobre el nivel de llenado de las bombonas de gas, el cierre de la válvula del circuito de gas, el nivel de llenado de los depósitos de agua, el estado de apertura de la válvula de drenaje del agua, el estado de carga de las baterías y el estado del panel solar.

Pero lo mejor de todo es que la interfaz se puede manejar desde el panel ubicado en la sala de estar, desde la pantalla táctil MBUX de la consola central, desde una tablet o desde un teléfono.

Está claro que nada de esto es imprescindible para imbuirse del espíritu de James Cook, Marco Polo o cualquiera otro de los celebérrimos exploradores empleados frecuentemente para designar estas autocaravanas aventureras, pero lo cierto es que un poco de confort al acabar la ruta no le hace daño a nadie.

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