El refrán ya lo dice: «se pilla ante a un mentiroso que a un cojo». Y es que tanto Hyundai como Kia han estado falseando los datos de consumo de de tres de sus modelos puestos a la venta en Estados Unidos –en total, 1,2 millones de coches-. La consecuencia, que la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos –EPA-, así como con el Departamento de Justicia y con el Consejo de Recursos del Aire de California abrieran una investigación.
Ahora, esta investigación ha llegado a su fin –tras dos años- y ambas marcas surcoreanas han accedido a pagar la multa de 300 millones de dólares -237 millones de euros-, de los cuales, 200 se obtienen como
compensación de créditos por las emisiones de CO2 estimadas que se han emitido. El resto, abano adicional por parte de las empresas para la prevención de futuros errores en la estimación de consumo de los automóviles.