Las fuertes lluvias o el debordamiento de un río pueden provocar una riada y sorprender a cualquier conductor en su vehículo. Ante esta situación, La Dirección General de Tráfico (DGT) es rotunda. Si el coche ha quedado detenido en medio del cauce y comienza a ser arrastrado lo mejor es salir como sea.
Como regla general, según la DGT, cuando el nivel de agua llega al eje de las ruedas lo más recomendable es no adentrarse más. Esto es, cuando la corriente alcance una altura de unos 40 centímetros algunos coches ya serían arrastrados, mientras que cuando superen los 60 la mayoría no podrían evitar comenzar a flotar.
Pautas a seguir
- Salir por la puerta. Si la altura del agua es considerable, probablemente, no podrá abrirla y tendría que esperar a que se igualase la presión con el exterior.
- Salir por la ventanilla. Bajar la ventanilla y salir parece lo más sencillo, pero ¿se bajará la ventanilla? Si el agua ha calado el motor y no hay flujo eléctrico no podrá hacerlo por lo que sería necesario romperla con un objeto punzante
- Salir por el parabrisas. No podremos romperlo pero si nos apoyamos en el respaldo y con las piernas hacemos fuerzas seguro que conseguimos sacarlo.