Esta nueva normativa elimina el límite impuesto por motivos de seguridad en 1974, con vehículos menos seguros y una red viaria mucho menos desarrollada. Según aquella norma, los conductores noveles no podían superar los 80 km/h durante el primer año, mientras que durante el segundo no podían exceder los 90 km/h. Esta limitación durante el segundo año fue suprimida en 1979, aunque desde entonces no se ha introducido ninguna otra modificación. Ahora, casi 37 años después de su aprobación, el Reglamento General de Vehículos permite a los novatos circular sin ningún tipo de restricción, una medida que no todos los sectores han acogido de la misma manera.
Automovilistas Europeos Asociados (AEA) la ha valorado positivamente, aunque considera que -debería ir acompañada de una mejora en el proceso de aprendizaje en la conducción, obligando a enfrentarse a los aspirantes a condiciones reales del tráfico antes de obtener la autorización para conducir-. Para ello reivindica la implantación del sistema de conducción acompañada, una posibilidad que ya estudia la DGT, pero que de momento tendrá que esperar para su entrada en vigor.
El RACE, por su parte, considera que la eliminación del límite de velocidad podría aumentar el riesgo entre los conductores más jóvenes, con el consecuente incremento de la siniestralidad. Y es que la mayoría de los accidentes con víctimas, según los datos de 2009, se registran en conductores de entre uno y tres años de antigüedad de carné, mientras que los noveles son, con una diferencia notable, los que menos accidentes con víctimas sufren.
