
El XF hace una demostración de cómo combinar el lujo más exquisito y la tecnología más puntera, algo que ya hizo la primera generación en su momento, con la inevitable eficiencia con la que aprieta la Unión Europea y sus normas anticontaminación. Pero ésta también va unida al consumo, ya que su motor diésel de 2 litros y 163 CV registra unas cifras oficiales en consumo mixto de 3,9l/100km y en 104g/km en lo referente a emisiones de CO2.
Concretando más, las motorizaciones disponibles se dividen en tres opciones de potencia para los gasolina –240, 340 y la más deportiva, 380 CV- y otras tres diésel –163, 180 y 300 CV-. De igual forma, los acabados son Pure, Prestige, R-Sport, Portfolio y S, que hacen un total de 29 configuraciones posibles entre la tracción –trasera o total-, cambio –manual o automático-, potencia y acabado.