Los aparatos de música como los radiocasetes o los GPS portátiles han acaparado durante muchos años la lista de accesorios más robados en los coches, pero la evolución de los vehículos y la integración de los lectores de CD y MP3, así como de los navegadores en los tableros de los coches, han complicado mucho la labor de los ladrones que se han visto obligados a buscar nuevos objetos de deseo para cubrir sus necesidades.
El rey de los accesorios robados actualmente es el airbag, concretamente el del conductor. Y es que se puede sustraer accionando solo dos palancas, que suelen estar detrás del volante. La razón del cambio de tendencia también está en el precio que se paga por estas bolsas de aire, que se sitúa entre 600 y 900 euros.
Además de los airbags hay otro objeto que cuenta con numerosos seguidores entre los ladrones. Se trata de los catalizadores, que se venden en el mercado negro para obtener el platino, paladio y cromo que contienen; metales estos muy cotizados en el mercado. Los ladrones de catalizadores van equipados con herramienta específica para retirar estos dispositivos, aunque en ocasiones se limitan a cortar el tubo de escape o arrancarlos de un tirón atando una cadena a otro vehículo.