Alain Menu: «Para ser piloto, hay que tener dinero»

Alain Menu es un tipo con los pies en el suelo. Lo demuestra la entrevista que mantuvimos con él durante la presentación del Chevrolet Cruze SW y algunos hechos de su vida, por ej., que combine su labor de piloto durante los fines de semana con la gestión diaria de una empresa de decoración y […]


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Alain Menu es un tipo con los pies en el suelo. Lo demuestra la entrevista que mantuvimos con él durante la presentación del Chevrolet Cruze SW y algunos hechos de su vida, por ej., que combine su labor de piloto durante los fines de semana con la gestión diaria de una empresa de decoración y pintura-puedes encontrar más información en su web: alainmenu.com-; o que tras años de exilio en Inglaterra -para competir- haya decidido volver a vivir en su ciudad natal, Ginebra, a escasos 15 min de la casa donde nacio. Casado y con tres hijos -un varón de 20 años y dos chicas de 18 y 12-, reconoce que «vive muy bien, no como los pilotos de la F1, por ej., tienen muchas más exigencias y obligaciones».

¿Tienes un hijo de 19 años, sigue tus pasos como piloto?

No, aunque Maxim -su hijo- lo intentó. Pilotó karts durante dos años e incluso participó en la Cruze Cup -una formula de promoción sobre turismos- en Alemania en 2010, pero finalmente lo dejó. Ha vuelto a Inglaterra, a la universidad; está estudiando Dirección de Empresas y saca muy buenas notas, lo que es más importante para la vida que pilotar. En realidad, no creo que las carreras fueran para el: no creo que tuviera la misma pasión que yo a su edad y, además, correr es muy caro… y no te da ninguna garantía de éxito y tampoco de que puedas llegar a vivir de tu carrera.

Llevas en activo 28 años, danos algunos consejos para aquellos que quieran ser pilotos

Es dificil, pero quizá el mejor sea buscarte un padre muy rico -se ríe-. Estoy bromeando, pero correr es muy caro: en cursos y academias de pilotaje te van a enseñar a conducir, pero luego te quedas solo y tienes que conseguir el dinero. Ahora bien, yo daría un consejo que no solo tiene que ver con las carreras. Se trata de que, en la vida, tienes que intentar vivir tu sueño y dar lo mejor de tí para conseguirlo. Luego lo conseguirás o no, pero creo que no hay nada peor que pasar por la vida pensando «¿Qué hubiera pasado si…?»

En mi caso yo lo conseguí, pero fue muy duro. Recordaré toda mi vida a mi abuela preguntándome «¿cuándo vas a conseguir un trabajo serio»? Y es que, como mi padre quería que fuera veterinario y a mi me encantan los animales, incluso asistí a la universidad… pero sólo durante dos semanas. Un día, a los 19 años y estando sentado en un banco de la facultad, decidí que queria ser piloto. Fui a una academia de pilotaje en Francia y, más tarde, a Inglaterra; durante años estuve peleando para lograr cubrir presupuestos y, fíjate, firme mi primer contrato tardísimo, a los 29 años. Mi abuela habia muerto justo el año anterior y no llegó a verlo pero, al final, lo conseguí. No es la F1, pero no me quejo, puedo vivir de mi pasión. Asi que el consejo es claro, intenta vivir ese sueño.

¿Qué características son necesarias para ser un piloto de éxito?

La confianza en uno mismo es fundamental, si no crees en tí mismo; mejor quédate en casa. También la motivación, pero creo que va unida a la autoconfianza. Asimismo has de tener constancia y no rendirte nunca. Yo lo sé por propia experiencia: hay veces en las que parece que estás dándote de cabezazos contra un muro y no consigues resultados, pero, si crees que realmente puedes ser un buen piloto, tienes que aguantar. Por supuesto, el talento importa, pero siempre hay algo más. Hay pilotos con más talento que otros pero que, por ser menos constantes o no tener la actitud correcta, no han logrado tener tanto éxito. Además, es dificil… porque hace falta tener otras cualidades, por ej., habilidades de comunicación… para convencer a los demás de que te ayuden -yo lo pasé mal, antes era muy tímido y me costó venderme a mi mismo-.

¿Existen diferencias entre la vida de un piloto y la de una persona normal?

No creo que por ser un piloto de carreras sea diferente a cualquier otra persona. Es cierto que tengo un trabajo ‘distinto’ y que mucha gente le gustaría tener, pero más allá de eso, soy una persona normal. De hecho, desde hace cinco años, entre semana llevo un negocio de decoración, renovación y pintura de casas en Ginebra. No se trata de ninguna afición -sonríe-, yo no pinto, pero si estoy en la oficina y saco adelante el trabajo. Fue una oportunidad que surgió con un amigo y que me mantiene ocupado.

Además, tampoco llevo una dieta excesiva, por ejemplo, aunque son un cocinero nefasto -al contrario que mi padre- y solo hago pasta y arroz, también soy muy bueno en postres -se rie- y es que reconozco que soy bastante goloso. Como ‘comida’, me quedo con una buena pierna de cordero asado y, para beber, un buen vino dulce.

¿Qué haces para relajarte entre carrera y carrera? ¿Cuáles son tus hobbies?

Pues a veces, no hacer nada. Quiero decir: no me siento y miro la pared -se rie- pero cosas como leer el periódico, ver la TV, escuchar música -me gusta mucho y escucho de todo tipo, excepto el hard rock y el heavy metal-; cosas normales. Además, me gusta mucho esquiar, hacer ciclismo… pasar tiempo con mis amigos y familiar; lo dicho, hacer una vida normal.  Pero desde luego, mi verdadero hobby son las carreras, conducir… y todavía lo es.

¿Cual fue el primer coche que condujiste? ¿Y que tienes ahora en casa?

El Renault 16 de mi madre. Me gustaba porque ya tenía cuentarrevoluciones -se ríe-. Eso sí, mi primer coche fue un Alfetta 2.0, muy viejo, que compré en el otoño de 1983.. y vendí la siguiente primavera ¡por más dinero del que me había comprado!. Fue un buen negocio. Ahora mismo tengo dos: un Chevrolet Captiva y un Cruze, ambos diesel.

Parecen coches muy ‘normales’, ¿nunca has tenido un coche deportivo?

Bueno, en 2002, mientras pilotaba en el BTCC, me compré ‘el coche de mis sueños’: un BMW M5 con motor V8 y 400 CV. Era un automóvil fantástico pero acabé un poco frustado porque en Inglaterra no podía disfrutar de él todo lo que quería y, por eso, pasados cinco meses, lo vendí. Por supuesto, me encantan los Ferrari, los Porsche, pero también soy muy sensato y, aun pudiéndomelos comprar, ¿para qué?, ¿qué sentido tienen en la vida diaria? Eso sí, ahora me gustaría probar -y quizá comprar- el nuevo 530d M

Sé sincero, ¿a qué velocidad sueles conducir?

Pues, cuando no hay tráfico, a 150, a 160 km/h. No lo digas muy alto, ¿eh? -sonríe-. Por supuesto, depende de las condiciones, pero para mí, el límite de velocidad depende de muchas cosas. ¿Qué problema hay en que circules a esa velocidad en autopista a la una de la mañana, sin tráfico? Se trata de ir seguro… y, por eso, por ej., en poblaciones, soy muy cuidadoso con la velocidad. De hecho, solo tengo un par de multas de velocidad, como todo el mundo, creo.

¿Has tenido algún accidente?

¿En carretera? Bueno, cuando tenía 18 años, estaba conduciendo el coche de mi madre, era invierno, iba ‘ligeramente’ deprisa y… puse el coche de lado. Sólo puedo decir que mi padre no estaba contento… -se ríe-. Ese fue mi único accidente. En pista sólo he tenido uno grave. Fue en 1993, cuando ya conducia turismos. Choqué contra un muro y me rompí la rodilla -q todavía me molesta de cuando en cuando- pero no influyó en mi conducción. Por supuesto que te asustas cuando ves venir el muro y no puedes hacer nada para evitarlo…pero, tras los tres meses de convalecencia,no me afecto mentalmente. Lo olvidé y sigo adelante; creo que si empiezas a darle muchas vueltas a un tema como ese, tienes que dejarlo.

Cambiando de tercio, cuéntanos: ¿cómo es un fin de semana de carreras para un piloto del WTCC?

Es diferente si es un evento fuera de Europa, donde tienes que acostumbrarte a la diferencia de horario… ya que tienes que dormir bien por la noche para no estar cansado durante el día. En esas carreras -por ej., Macao- tienes que viajar, como muy tarde, el domingo o el lunes anterior a la carrera -corremos los domingos-. Una vez allí, no tienes mucho que hacer: visitar el lugar, trabajar un poco con los ingenieros y descansar y relajarte en el hotel -salir a dar una vuelta con otros pilotos, a tomar algo…-. Eso si, cuando comenzamos a trabajar en serio, el viernes, trabajamos mucho probando, afinando el coche con los ingenieros y, por supuesto, en pista.

En carreras más cercanas, en Europa, por ejemplo; la cosa cambia. Llegamos al circuito el jueves por la tarde o, incluso, el viernes por la mañana. La razón es que sólo podemos probar los coches los sábados, asi que el propio viernes mantenemos reuniones con los ingenieros, realizamos las ruedas de prensa y la reunion oficial de carrera entre los pilotos. Tanto es así que, tras la carrera, puedo tomar el vuelo de vuelta a casa el mismo domingo por la noche o el lunes por la mañana.

En resumen, se trata de un trabajo de tres o cuatro días, soy afortunado y lo se. Como piloto, reconozco que tengo una vida muy confortable. No hablo de mis compañeros en la F1, que tienen más carreras, más jornadas de test, más obligaciones… Yo, que corro en un campeonato de 12 carreras, consigo estar la mitad del año en casa y tengo tiempo libre para hacer lo que quiera. Además de eso, a veces Chevrolet me llama para que asista a actos promocionales como este, pero me avisan con tiempo -un par de semanas- y no hay problema. De hecho es interesante conocer a gente nueva.

Por último, ¿qué sensaciones te produce conducir en circuito?

Es dificil de decir. Ya no me produce tantos subidones de adrenalina -sí cuando estás compitiendo mano a mano con otros pilotos- porque llevo pilotando muchos años, pero sí me produce, cuando logras ganar la carrera en en circuitos muy técnicos y difíciles, un sentimiento de satisfacción muy profundo. Te sientes orgulloso de ser el mejor. Está claro que todos los pilotos tenemos un ego bastante grande -se ríe-; por ejemplo, cuando era joven no soportaba que otros fueran más rápidos que yo, pensaba que no había hecho suficiente y lo pasaba mal; ahora uno ha aprendido y acepta que otro pueda ser más rápido que tú. Va con la edad, creo -bromea-.

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