Para contrarrestar este potencial, Ferrari ya ha culminado la evolución de su monoplaza para el Gran Premio de Europa, y lo ha hecho con cambios tan radicales que muchos lo denominan F10B. Las modificaciones afectan a todo el coche: la aerodinámica ha sido mejorada, así como las suspensiones, la posición del motor puede que también haya sido rediseñada y las salidas de escape se sitúan ahora muy cerca del difusor trasero y no a mitad del pontón. Esta última novedad, imitada de los Red Bull, permite canalizar más aire hacia el doble difusor, mejorando el paso por curva.
Este fin de semana hemos podido ver a Fernando Alonso dando las primeras vueltas con el F10B al circuito de Fiorano (como ves en el vídeo del inicio), donde ya ha probado esta nueva configuración. Aunque los test están prohibidos en la Fórmula 1, la FIA permite algunas excepciones, como la celebración de actos promocionales. Esto es lo que ha aprovechado Ferrari para poner a punto su monoplaza, con el que podrían ganar en torno a medio segundo por vuelta (incluso se habla de siete décimas).
El resto también se prepara
Red Bull, que parecía imbatible hace apenas un mes, tiene ahora que trabajar para recuperar la posición de privilegio que le ha arrebatado McLaren. El primer paso es la puesta a punto del Conducto F, con el que ganarían velocidad punta en las largas rectas de Valencia. Esta mejora ya fue probada por el equipo austriaco en Turquía, aunque finalmente no la utilizaron en carrera. En los entrenamientos libres de Valencia volverán a probar su efectividad, y es más que probable que lo veamos durante el Gran Premio.
Pedro de la Rosa también tendrá posibilidades de mejorar un nefasto comienzo de temporada gracias a una nueva configuración aerodinámica. El Lotus de Trulli también pondrá en juego un nuevo paquete aerodinámico.
