Albacete no pudo terminar ese primer duelo con Hahn debido a problemas en la dirección, si bien antes de retirarse un pinchazo ya había acabado con sus opciones de triunfo. Había salido desde la pole y rodaba líder, muy presionado por Hahn. En la segunda carrera, con la parrilla de salida invertida, Albacete logró el séptimo puesto.
«El primer momento es de una gran frustración, pero hay que seguir adelante, es mi forma de pensar, creo que he hecho una gran temporada y ser subcampeón no es nada fácil», declaró Albacete al final del día. Y anunció que al día siguiente competiría para «disfrutar».
En las carreras del domingo, Albacete acabó quinto en la primera, que estuvo marcada por la tromba de agua que cayó en Le Mans. Los reglajes de suspensión no fueron los más adecuados y eso le pasó factura, haciendo un trompo que lo relegó a la séptima plaza. La quinta posición la consiguió después de que dos rivales que habían acabado por delante de él, Kiss y Korber, fuesen penalizados. y volvió a pinchar en la segunda. Las victorias fueron para Markus Bösiger (Renault) y Norbert Kiss (MAN), respectivamente. Precisamente fue Kiss el piloto que golpeó a Albacete y le provocó el pinchazo. Fue una auténtica pena, ya que el español había realizado una espectacular salida desde el tercer puesto de la salida hasta colocarse líder. Un accidente en la parte media de la parrilla provocó una bandera roja, lo que suponía una oportunidad de cambiar la rueda pinchada sin apenas perder tiempo. Pero dirección de carrera decidió cerrar los boxes, obligando al madrileño a tomar la resalida desde el pit lane. El equipo Cepsa prefirió retirarse.
«En cuanto al fin de semana de Le Mans, pues feliz de que haya terminado, porque apenas he conseguido puntos y me ha pasado de todo, pero hay que asumirlo, así son las carreras», concluye Albacete.