
Para empezar, el A7 Sportback está preparado para transportar con comodidad a cuatro pasajeros en lugar de cinco. A pesar de ello, el maletero ofrece un volumen de 535 litros, sólo 11 menos que el A6 berlina, pero con el añadido de un gran portón que permite cargar con facilidad elementos de gran tamaño, algo difícil de conseguir en los A6 y A8.
El diseño del frontal se acerca más al A8, sobre todo por los faros bi-xenón y la luz diurna de LED, aunque en realidad podríamos decir que se diferencia poco al resto de los nuevos Audi. Los pilotos traseros también son de LED, aunque se puede utilizar esta tecnología de manera opcional para los faros completos. Las llantas son de entre 18 y 20 pulgadas.
Muy confortable sobre el asfalto
Para mejorar el comportamiento en carretera, se puede elegir una suspensión neumática con amortiguadores de dureza variable, para, por ejemplo, rebajar la altura del coche cuando se rueda por autopista o autovía (se puede modificar de manera automática o manual). Para los que prefieran una configuración más deportiva, están disponibles unas suspensiones rebajadas 10 mm.
Tecnología de alto nivel
Si por tamaño lo hemos situado más cerca del A6, la tecnología y el equipamiento que atesora el nuevo modelo de Audi nos obliga a compararlo con el nuevo A8. De esta forma, nos encontramos con el sistema de navegación y multimedia MMI con pantalla táctil, conexión WIFI, Bluetooth- y el primer dispositivo de la marca que proyecta información en el parabrisas. En cuanto a ayudas a la conducción, puede tener un control de velocidad activo con sistema precolisión, dirección electromecánica, asistente de cambio de carril o un sistema de ayuda al aparcamiento, como ya hemos visto en VW o Mercedes.
Cuatro motores
La oferta inicial del A7 Sportback está compuesta por cuatro propulsores, todos ellos V6: dos diésel y dos gasolina. En gasolina nos encontramos el 2.8 FSI de 204 CV, que acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y consume 8 litros, y el 3.0 TFSI de 300 CV, que reduce el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h a sólo 5,6 segundos con un consumo muy contenido: 8,2 l/100 km. Ambos se asocian a la caja de cambios automática S Tronic y a la tracción integral Quattro.
La gama diésel se inicia con un 3.0 TDI de 204 CV (aunque este bloque llegará un poco más tarde) para terminar con un 3.0 TDI de 245 CV. El menos potente (con tracción delantera) destaca por un consumo de sólo 5,3 litros y unas emisiones de 139 g/km, unas cifras más que interesantes para un coche de estas características. A ello ayuda el sistema de recuperación de la energía de la frenada y el Stop/Start. El diésel más potente también acopla la tracción total permanente Quattro y el cambio automático S Tronic, que ayudan a acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos con un consumo de sólo 6 litros, una muy buena relación entre potencia y consumo. Las emisiones suben algo más: 158 g/km.