La Fórmula E estrena la mayor innovación desde su creación en 2014: los pilotos solo usarán un monoplaza por carrera para competir en la temporada 2018/2019. Este cambio supone un reto para todas las escuderías, pero también un aliciente para los equipos que ya forman parte del campeonato y para los que llegarán en los próximos años. Hasta ahora, era obligatorio cambiar de coche durante la carrera, pero a partir de esta temporada las baterías tendrán capacidad suficiente para afrontar la distancia completa de una carrera de 45 minutos.
Hablamos, por tanto, de una nueva era en la competición de cero emisiones, pero también de un desafío para equipos y pilotos, tanto en el apartado técnico como a nivel de estrategia. Audi se enfrentará a este reto con el Audi e-tron FE05 y confía en su tecnología para luchar por los dos títulos en juego, si bien gran parte del conjunto será idéntico al de los demás equipos, por lo que la firma alemana se ha esforzado en sacar el máximo partido del corazón de su monoplaza. Y es que, cada fabricante, es libre para configurar el sistema de propulsión, que está formado por el motor, el inversor, la caja de cambios, parte de la suspensión trasera y el software.
El propulsor, que recibe el nombre de Audi Schaeffler MGU03, ha sido desarrollado de forma conjunta por Audi y su socio tecnológico Schaeffler. El objetivo de ambas compañías ha sido lograr más eficiencia y efectividad y, para ello, se han modificado el 95% de las partes del sistema de propulsión respecto al motor anterior, mientras que los ingenieros han reducido su peso en un 10%. «Hemos retenido el concepto básico, con una única marcha, y al mismo tiempo hemos afinado los detalles, además de fabricar todos los elementos«, declara Tristan Summerscale, responsable de Fórmula E en Audi. De ahora en adelante, solo se podrá modificar el software, ya que no hay posibilidad de cambiar el resto de elementos después de haber recibido la homologación de la FIA. Los pilotos que competirán con el Audi e-tron FE05 del equipo Audi Sport ABT Schaeffler son Daniel Abt y Lucas di Grassi. Además del equipo Audi, el conjunto británico Virgin Racing también competirá con el Audi e-tron FE05.
Hasta 340 CV y 240 km/h de velocidad máxima
Esta temporada, el motor de la Fórmula E puede producir hasta 250 kW (340 CV) en clasificación, mientras que en la carrera la potencia estará limitada a 200 kW (272 CV), aunque en momentos puntuales podrá desarrollar 225 kW (306 CV) y, con el voto de los aficionados, el piloto dispondrá del «FanBoost» para que su coche obtenga, temporalmente, un impulso de potencia extra -250 kW (340 CV). En todos los coches, las baterías están desarrolladas por McLaren, tiene una capacidad de 52 kWh y puede recargarse en 45 minutos. También hay un límite de peso: 900 kg con el piloto incluido. Teniendo en cuenta el peso y la potencia, un Fórmula E acelera de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h.
