Estos faros aumentan o disminuyen la intensidad del haz de luz automáticamente, en función de las circunstancias. Como la luz proyectada por cada faro está dividida en cinco segmentos de cinco diodos, cada uno de los segmentos puede apagarse, encenderse o iluminar más o menos de forma independiente a los demás. Estos LEDs no necesitan un mecanismo giratorio para adaptarse a cada curva: el haz se orienta gracias a las lentes y reflectores superpuestos instalados en el interior de los grupos ópticos.
Para regular la iluminación de los faros Audi Matrix LED, su unidad de control recurre a la información que suministra una cámara. Si ésta detecta otros vehículos, disminuye la intensidad de la luz para evitar deslumbramientos. Cuanto más nos acercamos a otro coche, más se apagan los faros. Pero sólo se envía esta orden a determinados diodos, mientras que los otros pueden seguir alumbrando a toda potencia las zonas de la carretera donde no hay riesgo de molestar con la luz a otros usuarios de la vía. También se sirve de diversos sensores y de los datos facilitados por el navegador sobre el recorrido a realizar. Con todos los datos recogidos, el dispositivo Audi Matrix LED sabe hacia dónde tiene que orientar el haz de luz incluso antes de que el conductor gire el volante.
Otra de las posibilidades del sistema Audi Matrix LED consiste en la activación automática de luces de advertencia al detectar a peatones en el camino del vehículo. Se emiten tres ráfagas seguidas, que alertan tanto al peatón de que el coche se acerca como al conductor de que se está aproximando a un viandante.
El primer modelo en montar estos faros será el Audi A8 a finales de este mismo año.