El plazo del Plan Moves III se agotará el 31 de diciembre de 2024. ¿Qué pasará a partir de entonces? ¿Seguirán contando los compradores de vehículos eléctricos en España con algún tipo de subvención? Aunque de momento no hay nada confirmado, desde la Asociación Nacional de Fabricantes, ANFAC, apuntan a que lo habrá, pero contará con algunas modificaciones respecto al actual.
Si bien el panorama es incierto, de momento no hay nuevos Presupuestos Generales del Estado aprobados, -y si se prorrogaran los actuales, no habría partida para ello ya que los fondos de los que partieron venían directamente de Europa-, tanto desde el sector como desde el Gobierno son conscientes de que, si se quiere incrementar la cuota de vehículos electrificados, las ayudas son necesarias. El batacazo de las ventas de electrificados en países que las han eliminado, como Alemania, así lo muestran.
Además, los fabricantes se encuentran con la presión de la normativa CAFE, que conllevará multas a los fabricantes en 2025 que no cumplan los objetivos de emisiones previstas, 95 g CO2/km de media (cada fabricante tiene un límite) por vehículo matriculado el año que viene-. Cifra total que puede ascender a 15.000 millones de euros de multa si la cifra de eléctricos continúa en las cifras previstas para este año, del 11 por ciento entre BEV y PHEV.
Desde los fabricantes, el presidente de ANFAC, Josep María Recasens apunta que antes de final de año está previsto que se cierre una prórroga del plan MOVES actual que dure unos tres o cuatro meses. Este plan hará de puente entre el actual y las ayudas que previsiblemente llegarán más tarde.
Porque se prevé que desde Europa lleguen ayudas. Porque la industria europea y las inversiones en la electromovilidad en el Viejo Continente están en juego. “En Europa se está planteando de cara al año 2025, afirma Recasens, un plan de ayudo hispano-europeo coordinado a nivel de países”. “No sé cómo ni de qué manera, ni si se llamará Moves o Movas, pero lo habrá”. Hasta entonces y durante los tres o cuatro primeros meses de 2025, estará en vigor la prórroga del actual MOVES III, lo más inmediato para los fabricantes.
El plan europeo podría incentivar la compra de vehículos eléctricos -si se incluye a los PHEV está por ver- ofreciendo unos 6.000 euros por coche, para lo que habría un presupuesto de 3.000 millones de euros, lo que alcanzaría a 500.000 unidades. Se pretende lograr una penetración de eléctricos en las ventas del 20 por ciento. Porque de cada 5 coches vendidos, uno tendrá que ser eléctrico por 4 térmicos.
Reinicia Auto+ , el MOVES valenciano
Tanto desde los fabricantes como desde los vendedores se habla de que el próximo plan de ayudas tendrá mucho que ver con el Programa REINICIA Auto+ que se ha puesto en marcha en Valencia tras la DANA. Este plan es especialmente valorado porque en palabras de Josep María Recasens, presidente de ANFAC “son 465 millones de euros a pulmón del Estado, diverso, inclusivo, no discriminando ningún tipo de tecnología -incluye tecnologías térmicas- y con un abanico amplio de ayudas, en un tiempo récord”.
Un plan que tiene que ser un éxito, afirma «primero por dar respuesta inmediata a y efectiva a cada uno de los afectados por la pandemia. Porque el vehículo, más allá de ser un medio de transporte, en muchos casos ayuda a estas personas a ir a trabajar. Y, en segundo lugar, porque en este programa se han cambiado ciertos mecanismos en la gestión de las ayudas directas».
Si este plan tiene éxito nos dará los ingredientes y la legitimidad necesaria para que el próximo programa MOVES sea mucho «más impactante, mucho más eficiente» de lo que ha sido hasta ahora. Eso sí, el futuro Moves no incluiría vehículos térmicos.
Más allá del MOVES, la reforma fiscal
Lo que todavía está en el aire es la prórroga de la reforma fiscal que permite a los compradores de coches eléctricos desgravarse del 15 por ciento en su declaración de la renta. Para los fabricantes “la reforma fiscal está dentro de la línea número uno de actuación para buscar la forma recurrente de financiación a la ayuda de la demanda”. Se quiere evitar “ir a pulmón cada seis meses o cada año”. Ahora bien, la reforma fiscal hay que votarla…
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