El V8 con dos turbocompresores de 6.750 cc y 512 CV se encuentra situado longitudinalmente y posee una descomunal cifra de par motor – 1020 Nm a 1.800 rpm – que promete unos bajos espectaculares.
La transmisión es la misma que monta el Aston Martin Rapide, la ZF automática de 8 velocidades con levas en el volante. Es el primer Bentley que lleva esta caja de cambios.
Las suspensiones son de dureza variable con cuatro programas distintos según el tipo de conducción; Bentley, Sport, Confort y Personalizado.
El Mulsanne mide 5562 mm de largo, 1926 mm de ancho y 1526 mm de alto. Es 6 mm más estrecho que el Arnage pero casi 10 mm más alto. La batalla es de 3266 mm y las vías delantera/trasera son de 1605 mm y 1651 mm respectivamente.
Las llantas de serie son de 20´´ de aleación con neumáticos 265/45 y, junto con los faros delanteros, son lo más llamativo del Mulsanne. Opcionalmente puede equipar de 21´´. Bentley no ha declarado el peso total del vehículo aunque insiste en que se ha utilizado el aluminio en distintas partes del Mulsanne como en las aletas delanteras.
Estéticamente, lo que más llama la atención son los faros delanteros, que destacan por su diseño moderno frente a la clásica parrilla en forma de chimenea de Bentley. Utilizan xenón en una especie de faro central rodeado de pequeños diodos. Los grupos ópticos traseros están divididos en tres elipses que imitan las salidas de escape. Se puede elegir en 114 colores diferentes de pintura.
Interior
El interior está en consonancia con la exclusividad del exterior. Tapicería de cuero disponible en 24 colores para los asientos y abundante uso de maderas nobles en el salpicadero. La información del navegador, equipo de audio, configuración del vehículo y demás se muestra en una pantalla de 8 pulgadas. El equipo de audio tiene 14 altavoces y una potencia de 2.200 watios. Como es habitual en Bentley, la instrumentación y las líneas generales del coche recuerda a modelos clásicos de 1950 como el S-Type.
El jefe de diseño interior de Bentley, Robin Page, señala: – Para fabricar el interior a mano del Mulsanne se necesitan unas 170 horas de trabajo, casi la mitad de lo que tardamos en construir el coche entero-.
