Comprarse un BMW nuevo nunca ha sido barato. Y ahora que el precio de los coches está por las nubes, menos todavía. Superar la barrera de los 45.000 euros en un coche ‘normalita’ de una marca premium es relativamente fácil y por eso hemos optado por probar el BMW nuevo más barato que te puedes comprar: el BMW 116, que tiene un precio de 34.650 euros.
A cambio de ese dinero, el BMW 116 nos da una carrocería de cinco puertas y 4,36 metros de largo con un motor turbo de tres cilindros y 1.5 litros de cilindrada que desarrolla 122 CV. Tiene cambio automático de siete marchas, tracción delantera y prescinde de cualquier sistema de electrificación, motivo por el que se conforma con la etiqueta C de la DGT.
Estéticamente es como cualquier Serie 1, y viene con unas llantas de 17 pulgadas, si bien en opción puedes elegir otras de 18 o de 19 pulgadas e incluir un pack M para la carrocería. Eso sí, ten en cuenta que ninguna de estas opciones es barata. Montar unas llantas más grandes te costará desde 1.006 euros, y un pack M te costará 1.374 euros si es sólo diseño, 4.024 euros si incluimos cosas como las levas para el cambio o la suspensión adaptativa o hasta 7.930 euros si incluimos unos frenos más deportivos, cinturones de seguridad con los colores de M…
En el interior nos encontramos con un coche bien hecho: materiales agradables, muy buenos ajustes, ausencia total de ruidos en zonas bacheadas, una iluminación cuidada, una buenísima postura al volante (que, si quieres, te puede ir sentado más bajo y con las piernas más estiradas de lo habitual)…
Tiene cosas que no me terminan de convencer, como que hayan desaparecido la mayoría de los cotones y casi todo dependa de la pantalla central; al menos, encontramos algún botón junto al cambio para, por ejemplo, desactivar unos cuantos ADAS sin necesidad visitar 17 menús,
En BMW también han decidido terminar con su característica instrumentación de relojes y ahora emplee una completamente digital y configurable sin tanta personalidad. Ya que es una pantalla, ¿qué tal si dejamos un diseño con forma de relojes, para los más nostálgicos… o simplemente para los que nos gusten las instrumentaciones con agujas? Si Volkswagen puede hacerlo, es que se puede hacer.
También hay cosas curiosas, como los mandos que regulan las salidas de aire, que están apartados de las propias salidas y quizá no sean tan precisos a la hora de manejarlos. O el hecho de que no sea posible cambiar de forma manual, salvo que pongas el pack M Sport de 4.024 euros y, entonces, te pongan unas levas tras el volante. De lo contrario, no puedes cambiar de marcha, pues no hay una palanca de cambios como tal. Y esto, en una marca que siempre ha defendido aquello de “Me gusta conducir”, me parece un error gigantesco. Menos mal que, como veremos luego, el cambio funciona bastante bien…
¿Y por espacio? Históricamente, los BMW nunca han sido de los coches más espaciosos. Tampoco lo pretendían. Pero es cierto que, en los últimos años, han mejorado. Y más aún en el Serie 1, que incluso abandonó la tracción trasera para ofrecer más espacio. Y eso ha permitido que el Serie 1 sea tan espacioso como lo puede ser un Audi A3 o un Volkswagen Golf, con un maletero de 380 litros y unas plazas traseras donde dos adultos van bien y tres, si no son muy corpulentos, puedan apañárselas en trayectos no muy largos.
Llegamos así a lo que todos estáis esperando: ¿es suficiente un motor 1.5 turbo de tres cilindros y 122 CV para un Serie 1? Y la respuesta es que sí, igual que lo puede ser cualquier compacto con esa cifra de potencia. Este BMW 116 pesa 1.465 kilos y acelera de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos, es decir, unas prestaciones puras más que razonables para desplazarnos con normalidad por cualquier carretera o en ciudad.
El resultado es bueno, y gran parte de la culpa la tiene un motor que sólo a 1.500 rpm ya está entregado 230 Nm de par, y una caja de cambio de doble embrague y siete marchas que, en función del modo de conducción elegido, se las ingenia muy bien para sacarle todo el provecho.
Es un coche muy agradable en líneas generales, tanto por su buena respuesta como porque no parece un motor de tres cilindros. No sé si BMW ha hecho algo en esta versión para mejorar el refinamiento y la finura en el funcionamiento del motor, pero lo cierto es que no se nota que es un motor de tres cilindros. Y esto es algo que me llama la atención porque en otros BMW con este mismo bloque que he probado anteriormente, el resultado no era igual de bueno. En el BMW 116, lo único que notarás es que el sonido es el típico de un tricilíndrico cuando circulas muy alto de revoluciones; y lo notarás por el tipo de ruido, no porque sea especialmente ruidoso.
¿Y por consumo? Moverte en torno a 6-6,5 L/100 km reales es sencillo. Es una cifra buena, y similar a las que podemos encontrar en los modelos de su clase que menos consumen sin ser híbridos o diésel.
Si nos fijamos en el comportamiento, este BMW 116 va muy ben. Gran parte de la culpa está en que nuestra unidad “sólo” llevaba llantas de 18 pulgadas y la suspensión de serie, y eso le otorgaba un grandísimo equilibrio entre comodidad, capacidad para absorber muy bien las irregularidades en zonas bacheadas, y estabilidad pura y dura. Es un coche además con un tren delantero ligero, y eso le permite meter el morro en las curvas con mucha agilidad, a la par que la parte trasera tiene ese punto justo de viveza para ayudar a que el coche gire sin llegar a complicar la situación en ningún caso.
El resultado es un coche que cambia de dirección con agilidad, que tiene una dirección muy precisa y que transmite un logrado tacto de conducción entre deportividad y sencillez de conducción. Y todo con un notable grado de comodidad. Me ha encantado.
Con todo, llegamos así al precio. 34.650 euros por un BMW 116 “pelado” es una pasta a considerar (un Volkswagen Golf 1.5 TSI 115 arranca en los 27.065 euros, aunque con cambio manual). Si, además, ponemos ‘cuatro’ opciones, es muy fácil plantarse en los 40.000 euros. Y en 39.650 euros ya tenemos un 118d de 150 CV o un 120 de 170 CV por 41.150 euros (y con etiqueta Eco)… Pero, más allá de estas consideraciones, también os digo una cosa: me ha parecido un coche perfectamente utilizable para los trayectos de la inmensa mayoría de posibles compradores, y no me importaría tener uno en el garaje…