¿Cómo serán los compactos en el futuro? BMW parece arrojar algo de luz a ese respecto con el nuevo i Vision Circular. Se trata de un prototipo que sirve de adelanto de cómo será un compacto de BMW para el año 2040. Según explican en un comunicado, el proceso de fabricación ha seguido todos los procesos de economía circular (de ahí su nombre).
El objetivo principal del diseño del BMW i Vision Circular es crear un vehículo pensado para los ciclos de materiales cerrados y lograr el 100% de uso de materiales reciclados. Para ello, se utilizan materiales que ya han completado el ciclo de vida del producto, o materiales secundarios, junto con materias primas de origen biológico certificado.

A nivel estético, el BMW i Vision Circular se caracteriza por una reinterpretación del diseño de BMW. Así las cosas, el frontal cuenta con unos riñones que simulan las barras verticales de manera digital. Estos se extiende por todo el ancho y se fusionan con los faros.
De perfil, se ha suprimido cualquier tipo de nervadura para aportar dinamismo al conjunto. La línea del techo ascendente y el panel del capó orientado hacia delante dan a la compacta silueta la apariencia de estar avanzando dinámicamente por la carretera. Destacan también los neumáticos ‘Vivid Blue Rubber’, los cuales están fabricados con caucho natural. Para reforzarlos, partículas de caucho reciclado de más color. Las llantas están diseñadas y fabricadas con un uso mínimo de materiales y, con una permeabilidad máxima, proporciona la refrigeración a los frenos, mientras que las superficies más cerradas de los extremos de las ruedas garantizan la mayor eficiencia aerodinámica posible.

Por su parte, la zaga también se ha reducido a la mínima expresión en lo que a elementos se refiere. Así, los grupos ópticos se han integrado en el portón de cristal oscurecido, al tiempo que dos elementos rectangulares indican la presencia del guardabarros.
Un interior premium de origen sostenible

Una vez dentro, el BMW i Vision Circular destaca por un aspecto marcadamente futurista y limpio, sin muchos elementos que comprometan el espacio. Todos ellos fabricados mediante impresión 3D. La sensación de espacio y luminosidad se maximiza gracias al techo de cristal, mientras que los asientos, confeccionados para que parezcan muebles, dan mayor calidez al interior.
En lugar de tener una pantalla de instrumentos convencional, se ha optado por una interfaz que ellos denominan ‘phygital’ (combina elementos digitales y táctiles) y que adopta la forma de una escultura en forma de ‘V’ que se proyecta en el habitáculo. En concreto, encima del salpicadero, para que el conductor no aparte la vista de la carretera.

Un asiento corrido para dos personas conforma a parte trasera del BMW i Vision Circular. En este sentido, cada asiento tiene su propia zona de sonido, el cual corre a cargo del compositor Hans Zimmer y el director creativo de sonido de BMW, Renzo Vitale.

A pesar de que no se han revelado detalles de su parte técnica, durante su presentación en el Salón de Múnich, sí que se ha mostrado que el BMW i Vision Circular ofrecerá la posibilidad de utilizarlo como un elemento de carga bidireccional. En este caso, el vehículo actuaría como un dispositivo móvil de almacenamiento de energía y alimentaría su entorno, por ejemplo, edificios e infraestructuras. Incluso puede devolverla a la red eléctrica para ayudar a absorber los picos de demanda.
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