El exterior del coche ha variado sustancialmente, pero han logrado que el aspecto general nos haga identificar inmediatamente al nuevo modelo como un BMW X5. Quizá la parte que mas ha cambiado sea el frontal, con unos enormes ´riñones´, identificador de la marca, que casi ocupan la mitad del ancho del coche. Las aletas delanteras, de plástico, alojan ahora unas aberturas para mejorar la aerodinámica del coche. El parabrisas, menos inclinado, permite aumentar la sensación de espacio interior. Laterales y trasera también cambian, pero son cambios más sutiles.
En el interior, la calidad de realización ha aumentado de forma notable. El nuevo diseño interior, pese a mantener su personalidad con detalles como las toberas de aireación dobles, transmite una gran sensación de espacio y calidad de construcción. El cuadro de mandos sigue siendo sencillo y muy claro, y una gran pantalla multifunción preside el centro del salpicadero. No hay sensación de múltiples botones, y eso que respecto a equipamiento y funciones el coche tiene para dar y tomar.
Respecto al equipamiento, el coche trae de serie elementos como asientos traseros divisibles, sensores de aparcamiento delantero y trasero, control de crucero con control de freno, sensor de lluvia, luces automáticas. Eso de serie, porque si nos metemos en opcionales la lista es inacabable. Todos los sistemas de seguridad y confort imaginables están disponibles en el nuevo X5. Desde faros LED a sistemas de visión panorámica, Driving Assistant, etc. Lo dicho, una lista interminable.
Para manejar todo este aluvión de funciones tenemos la enorme pantalla central y mando rotativo en el centro de la consola. En mi opinión es lo peor resuelto del coche. Poder manejar este sistema es complicadísimo y absolutamente imposible en marcha. La pantalla, de una resolución baja y sin manejo táctil hace que el manejo de todo resida en el mando de la consola central, por lo que el tiempo que necesitamos para la regulación de cualquier cosa nos aconseja que paremos para evitar tener un susto. El navegador es justito y con órdenes poco concretas en algunos casos. Eso sí, la pantalla se ve perfectamente en cualquier condición de luz. El head-up display funciona muy bien en cambio, aunque para mi gusto tiene exceso de información. El avisador de proximidad al coche que nos precede funciona estupendamente. Lo que me sorprendió es que el avisador de cambio de carril funciona aunque hayas puesto el intermitente.
Una vez subidos al coche tendremos una magnífica impresión de amplitud y buenos acabados. La postura de conducción es magnífica, todo esto acompañado por un volante perfecto en tacto, diámetro y grosor. La visibilidad hacia delante y lateral es muy buena, la relativa baja cintura de las puertas hace que la sensación de amplitud se acentúe, esto acompañado por unos interiores en colores claros. El salpicadero, tapizado en cuero, no produce reflejos molestos en ningún momento. Los retrovisores exteriores son generosos. La visibilidad posterior es la más comprometida, pero las asistencias de cámaras y sensores palian esto.
Nos ponemos en marcha, y aquí he de decir que los responsables de BMW han hecho ´trampas´. ¿Por qué digo esto?, muy sencillo: conducir un BWW X5 por las carreteras canadienses, entre bosques y lagos a cual más bonito, en una buena compañía y en un día nublado es simplemente brutal. A esto le sumamos la calidad del equipo Bang & Olufsen, y he de decir que me faltó tiempo para sacar la mano e imitar su conocido anuncio. La caja de ocho marchas va suave como la seda y no notas los cambios de marchas, aunque las levas me parecen accesorias. Para retener el coche con la caja de cambios necesitaremos reducir dos o tres marchas, por lo que se vuelve engorroso. Mejor dejarlo en automático y tirar de freno.
Todos los elementos del coche cumplen a la perfección, el vehículo tiene aplomo, es silencioso y con cualquiera de los motores disponibles tenemos potencia suficiente para viajar a buen ritmo. El maletero, con sus 650 litros en su configuración mínima tiene formas regulares, y los laterales tienen hendiduras para el transporte de objetos largos. Los asientos traseros son amplios y el espacio para las piernas es generoso. Todo el coche predispone a los pasajeros a realizar viajes largos con gran comodidad.
Los consumos son moderados en la versión diésel, en conducción normal por carretera, con 258 caballos y 560 nm de par disponible no pasamos de los nueve litros en ningún momento. Respecto al motor de gasolina los 450 caballos disponibles y los 650 nm de par hacen del coche un cohete, pasa de 0 a 100 en 5 segundos, pero el consumo se resiente si le damos un poco de alegría al pie. Nos movimos en unos 11 litros en carretera controlando el consumo, pero en cuanto pisas un poco los 18 litros a los 100 aparecen con facilidad en el indicador.
He dejado para el final las cualidades camperas del coche. Durante la prueba tuvimos ocasión de hacer un recorrido por campo en un circuito dentro del recinto que albergó los juegos olímpicos de invierno de 2010. Este recorrido lo realicé con el X5 equipado con el motor diesel exclusivamente. El vehículo equipaba neumáticos de asfalto. El recorrido constaba de una pista forestal, alguna zona embarrada y un descenso en pendiente con una inclinación moderada. El nuevo BMW X5 no es un todo terreno puro, eso lo tenemos todos muy claro, pero el comportamiento en pistas forestales es sobresaliente. El magnifico sistema de tracción permite varias configuraciones, y esto hace que podamos afrontar zonas relativamente embarradas con garantías. El control de descenso es simplemente magnífico y nada intrusivo, incluso te permite alegrías con el acelerador, pero en cuanto levantas el pie actúa de inmediato, aunque recomiendo que los usuarios lo prueben un par de veces para no asustarse y saber sacarle partido cuando realmente lo necesiten, porque funciona extraordinariamente bien.
En resumen, BMW ha mejorado su ya exitoso X5, un vehículo que no defraudará a sus partidarios, al contrario. Además BMW anuncia que incorporará a la gama un modelo de acceso con tracción trasera y motor diesel de 2.5 litros. Este modelo tendrá unas emisiones de CO2 de 149 gramos por kilómetro.