Pocos son los modelos de Mercedes-Benz que se ´libran´ de una preparación radical de la empresa alemana Brabus, especializada precisamente en los productos de la firma germana. El último coche en ´sufrir´ en sus carnes una de sus brutales modificaciones ha sido la versión familiar de la berlina del segmento E de Mercedes-Benz, el Clase E Estate. ¿El resultado? Todo un vehículo de lujo, con la máxima comodidad y un buen ´puñado´ de tecnología, convertido en un auténtico deportivo.
Para empezar, este Mercedes-Benz Clase E Estate puesto a punto por Brabus se distingue del resto de la gama del Clase E a través de un paquete estético exclusivo para su carrocería que incluye unos paragolpes modificados, un splitter delantero, un difusor trasero, un spoiler posterior, una suspensión que rebaja la altura del conjunto en 30 mm con respecto al suelo y una línea de escape deportiva que termina en cuatro salidas cromadas. Sin embargo, lo que más llama la atención a primera vista son sus llantas de aleación personalizadas con un tamaño de hasta 21 pulgadas.
Lo mejor es que Brabus no limita este kit de personalización a la variante AMG, la más deportiva de los modelos de Mercedes-Benz, sino que podrá instalarse en cualquiera de las versiones del Clase E Estate 2017. Además, en el habitáculo también cuenta con algunos añadidos extra, como un velocímetro que marca una velocidad de hasta 340 km/h, diversas partes ´forradas´ en Alcántara o unos pedales terminados en aluminio.
Y como estas mejoras están disponibles para todos los motores, los de gasolina ven modificada su centralita y reciben el paquete Brabus PowerXtra B20/B25, mientras que los diésel incluyen los módulos de potencia PowerXtra D3 y D6 S. Así las cosas, el E 200 entrega 225 CV; el E 250, 241 CV; y el E 43 AMG, 450 CV -completa la aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos-. Mientras tanto, los E 220d y E 350d preparados por Brabus desarrollan 221 y 309 CV.