El proyecto britácnico Bloodhound busca superar el actual récord de velocidad de un automóvil que lleva vigente desde 1997, para ello han desarrollado un vehículo que contará con tres propulsores, un motor Rolls-Royce EJ200 procedente de un avión de combate Eurofighter Typhoon, un conjunto de cohetes híbridos Nammo, y un motor de 650 caballos propio de un coche de carreras. Todos estos componentes proporcionan al Bloodhound la increíble potencia de 135.000 caballos, el equivalente a 180 coches de Fórmula 1.
El coche, que contará con una potencia de 135.000 caballos, empleará los productos Castrol más avanzados durante las diferentes pruebas e intentos de batir el actual récord del mundo de velocidad: el aceite más resistente, Castrol EDGE, el líquido de frenos Castrol React SRF o los fluidos hidráulicos Castrol, utilizados con anterioridad por la NASA. Con estos elementos, el coche supersónico intentará batir el actual récord del mundo de velocidad, situado en 1.228 km/h y situar el nuevo listón en 1.287km/h.
Castrol, uno de los líderes mundiales en lubricantes, ha anunciado su colaboración con el proyecto Bloodhound, que tratará de batir el récord mundial de velocidad. Fruto del acuerdo, Castrol suministrará lubricantes, líquido de frenos y fluidos hidráulicos al coche supersónico Bloodhound SSC.
Castrol cuenta con una larga tradición en carreras de velocidad en tierra, la competición automovilística más antigua, pura y rápida. El récord mundial de velocidad ha sido superado 21 veces con Castrol como socio, desde el primer intento de Sir Malcolm Campbell en 1.924 (235 km/h) hasta completar una trayectoria de 30 años apoyando los proyectos de Thrust.
Richard Noble superó el récord mundial de velocidad con el Thrust 2 (1.019 km/h), y posteriormente Andy Green hizo lo propio en 1997 a los mandos del Thrust SSC, logrando la marca mundial de 1.228 km/h que sigue vigente hoy en día. El Bloodhood SSC tratará de superar el récord en 2015 en Hakskeen Pan, Sudáfrica, donde está previsto que alcance los 1.287 km/h. Posteriormente, regresará a Reino Unido y en 2016 volverá a Sudáfrica para intentar alcanzar los 1.609 km/h.
Paul Waterman, CEO de Castrol, ha señalado: “Estamos encantados de apoyar el proyecto Bloodhound. En Castrol estamos orgullosos de contar con una amplia trayectoria de apoyo a proyectos innovadores. Este acuerdo nos permite poner de manifiesto cómo nuestros productos más avanzados son capaces de superar obstáculos y establecer nuevos límites.”
“Estamos muy contentos de contar con Castrol en el equipo. Su marca se ha asociado siempre con la competición al máximo nivel y, por supuesto, con muchos de los logros en carreras de velocidad en tierra”, ha afirmado Richard Noble, Director del Proyecto Bloodhound. “Personalmente, estoy feliz por poder continuar una relación que me une a Castrol desde hace 30 años, tras haber trabajado con ellos en los proyectos del Thrust 2 y Thrust SSC. Se trata de una gran compañía, que no solo va a colaborar en la parte técnica, sino que nos ayudará a compartir esta aventura de ingeniería con una audiencia global.”