Existe cierto paralelismo entre la compra de un eléctrico o un híbrido enchufable y la llegada de un nuevo miembro a la familia, y ese paralelismo cursa con emoción y cierta incertidumbre. ¿Cómo, cuándo y dónde lo cargo? ¿Lo hare bien? ¿Sabré cuidarlo y llegar a mi destino? En esta noticia vamos a ver que es terriblemente sencillo y a comprender que, en unos años, nos parecerá mucho más natural que la actual práctica de llenar un depósito de combustible con un fluido inflamable usando una manguera.
¿Debo mantener cargado mi 100% eléctrico o PHEV?
Por supuesto. En un coche 100% eléctrico, la carga de la batería es la única fuente de energía…mientras que en un híbrido enchufable, debería de ser la energía más usada ya que moverse en eléctrico proporciona el mínimo coste por kilómetro, junto con el máximo confort en términos de suavidad y silencio y las mínimas emisiones.
¿Puedo cargar mi coche en casa?
Podrás cargarlo en casa, en centros comerciales y en puntos de recarga rápida o ultra-rápida, y a diferentes velocidades que deberán adaptarse a tus necesidades de ese día o viaje específico. En la práctica, más del 90% de las recargas van a ocurrir en casa, mientras el coche está en el garaje. Sin que tu te des cuenta, la batería irá recuperando energía y encontrarás, cada mañana, tu coche preparado para recorrer otros 200 o 400 kilómetros del tirón.

¿Debo realizar cambios en mi instalación de mi casa?
Un coche eléctrico no es muy diferente de otro electrodoméstico, salvo porque puede consumir algo más de potencia que un calefactor o una vitrocerámica. Formal y legalmente, puedes cargar un eléctrico o PHEV usando un enchufe convencional doméstico, de los que técnicamente se llaman shuko. Sin embargo, la legislación impide que se haga usando un cable normal. En su lugar, tendrás que usar un cable de Modo 2, que incorpora una cajita cuya función es proteger tanto al coche como a la instalación de tu casa, impidiendo que pasen sobretensiones de la calle o se produzcan excesos de intensidad. El problema con este tipo de carga “de modo 2· es que es muy lenta, porque un enchufe de pared está pensado para alimentar pequeños electrodomésticos. Por eso, casi siempre se recurre a la instalación de un cargador o caja mural, que básicamente es un enchufe para eléctricos con muchas funciones adicionales, que va atornillado a la pared y alimentado directamente desde el cuadro eléctrico de la vivienda. Esto nos permite cargar con seguridad a mayor potencia (normalmente 3.600 vatios) y hacerlo de una manera inteligente.
¿Cuánto cuesta ese cargador mural?
Ni el cargador ni la instalación son especialmente caros o complicados, y además suelen estar amparados por ayudas que cubren hasta el 80% del coste de instalación. También puede que el fabricante del coche te lo regale o cubra una parte importante del coste. Por ejemplo, un V2C Trydan Pro, dotado de todas las funciones imaginables, cuesta alrededor de 1.000 euros, mientras que un cargador también avanzado y conectado, pero desprovisto de cable, y con un diseño minimalista como el Zaptec Go cuesta alrededor de 600 euros. El coste de instalación depende mucho de la distancia entre el contador de la luz y la plaza de garaje, pero el precio total suele rondar los 1.600 euros.
¿Cómo se conecta a la instalación de mi casa y… necesitaré contratar más potencia?
La instalación de un cargador, así como su “legalización” (incluido su registro en Industria) debe realizarla un instalador profesional y autorizado, como por ejemplo ESMOVE. Ellos revisarán tu instalación, y recomendarán la opción más adecuada. Por ejemplo, en viviendas unifamiliares, la electricidad suele tomarse de Cuadro de Protecciones (lo que siempre hemos llamado “los plomos”), mientras que en edificios comunitarios, la conexión suele hacerse justo a la salida del contador. En todos los casos, esté cargador mural contará con sus propias protecciones (todas importantes y con nombres exóticos, como diferencial, automático magnetotérmico, protector de sobretensiones transitorias y permanentes… aunque, cada una de ellas, no es más que un modulito de plástico gris como los automáticos de tu casa). En un cargador como el V2C Trydan Pro, todo eso va instalado dentro del propio cargador, de manera que el resultado estético es magnífico.
¿Necesitaré contratar más potencia?
Habitualmente, eso no es necesario. Por un lado, casi todos los coches se cargan de noche ya a 3,6 kW, mientras que una vivienda suele tener contratados 4,5 kW o más. Por otro lado, casi todos los cargadores ya son inteligentes y permiten adaptar, en tiempo real, la velocidad de carga del vehículo en función del consumo de la vivienda. Y muchísimas más cosas. Por ejemplo, el Trydan Pro que hemos puesto de ejemplo, y que cuenta incluso con conexión 4G, es capaz de coordinarse hasta con equipos de placas solares para cargar el vehículo en aquellos momentos que hay exceso de producción.
En muchos países, el Zaptec Go ya es capaz de descargarse el precio de la energía para cada hora del día y diseñar una curva de carga “inteligente”. Finalmente, cada vez es más prefuente que las comercializadoras de electricidad tengan tarifas especiales para vehículo eléctrico, y que aquellas compañías “multienergéticas”, como por ejemplo Repsol, puedan integrar en una sola factura todos los costes de la energía del hogar (gas, electricidad doméstica, combustible, recarga eléctrica en viaje, energía solar… un poco como ocurre con un proveedor de telefonía), ofreciendo tarifas realmente ventajosas. No olvidemos que uno de los motivos para pasarse a un vehículo eléctrico es que el coste del km resulta entre 4 y 10 veces más económico… dependiendo de tu tarifa.