El pasado fin de semana, la Guardia Civil volvió a tener una noche de intenso trabajo en el polígono de O Campiño. Esta zona industrial, situada en la provincia de Pontevedra, fue el epicentro de una multitudinaria concentración de conductores que realizaron carreras ilegales y exhibiciones de conducción temeraria hasta que las autoridades se personaron en el lugar para disolver la concentración.
Más de trescientas personas y un centenar de vehículos se dieron cita en este lugar, aislado de los controles de tráfico, en una «quedada» organizada a través de redes de mensajería como Whatsapp. Según fuentes del Instituto Armado, en ella participaron jóvenes llegados de todos los puntos de la provincia de Pontevedra.
En esta ocasión, el dispositivo especial establecido por efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra pudo constatar como un importante número de los vehículos que se habían concentrado estaban utilizando los distintos viales del polígono industrial de O Campiño para llevar a cabo imprudentes exhibiciones de conducción evasiva.
Antes de disolver la concentración, la Guardia Civil pudo denunciar administrativamente a 14 de estos conductores por distintas infracciones al Reglamento General de Circulación: cinco por conducir de forma temeraria o negligente; tres por dar positivo en sustancias psicoactivas, uno por no usar los dispositivos de seguridad obligatorios, dos por no respetar la señalización de prioridad y otros 3 conductores por distintas infracciones a la normativa de vehículos.
Ya en el año 2006, la Guardia Civil denunció a 74 conductores por la celebración de carreras ilegales de vehículos que se celebraban clandestinamente durante los fines de semana por la noche en las vías de acceso al polígono industrial de O Campiño. Además en 2015, el mismo lugar fue foco de una intensa vigilancia por parte de las autoridades por la misma causa.
La conducción temeraria se sanciona con una multa de 500 euros y la detracción de seis puntos del carné. Por otro lado, la infracción por la presencia de drogas al volante está catalogada como muy grave en el código de tráfico y es castigada con una sanción económica de 1000 euros y la retirada de seis puntos del carné.