Lo sé, suena a lamento de niño pequeño y quizá a mis 46 años ya no esté para esas cosas… pero no puedo evitarlo: echo de menos ponerme al volante de mi coche y conducir un rato.
Desde el pasado 14 de marzo, España está sufriendo una pandemia y un confinamiento sin precedentes y, por supuesto, hay que seguir las recomendaciones y restricciones de las autoridades sanitarias (¡por favor, que las siga a rejatabla todo el mundo!). Por eso, y pese a que tengo muchas ganas de conducir durante un buen rato, tan sólo he recurrido a mi coche para ir a la compra y a la farmacia cuando ha sido estrictamente necesario.
He sido un amante del automóvil desde mi más tierna infancia y, mientras os escribo esta carta, tengo ganas de sentir el ruido del motor mientras acelero, de trazar curvas en un puerto de montaña y, por supuesto, de sentir esa libertad que proporciona el automóvil… Tan sólo me queda el consuelo de que, poco a poco, la pandemia va retrocediendo; y la esperanza de que, en algunas semanas, los españoles podremos regresar a cierta situación de normalidad. Espero que sea antes de que empiece a echar de menos los atascos mañaneros porque, entonces, ¡me temo que tendré que ir a visitar a un psiquiatra! Mientras tanto, mucho ánimo y paciencia para todos los lectores.
[sf_btn type=»default» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter? Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-autofacil-luike-news»]