En 2016 se vendieron en España más de un millón de vehículos nuevos, muchos de los cuales gracias a la ayuda que brindó el Plan PIVE 8 por la entrega de un coche de más de 10 años para achatarrar. Concretamente, esta ayuda -a medias entre el Gobierno y el concesionario- proporcionaba a los compradores un descuento de 1.500 euros. Sin embargo, la parte con la que participó el ejecutivo para ese ahorro debe ser reflejada en la Declaración de la Renta del año anterior, de 2016 en este caso.
De hecho, los contribuyentes que no declaren la ayuda -tanto este curso como los anteriores- recibirán una carta de la Agencia Tributaria en la que se le exige una declaración complementaria por ´incremento patrimonial no reconocido´ más un posible recargo por no haberlo declarado en su momento. De esta manera, Hacienda recupera gran parte del dinero adelantado para el Plan PIVE, ya que a la falta de conocimiento por parte de los usuarios se une la exención del concesionario en cuanto a informar a éstos de tal obligación.
Por último, y teniendo en cuenta que los 750 euros aportados por el Gobierno se consideran una ´ganancia patrimonial´, esta cantidad tendrá que incluirse en la casilla 269 del Impuesto de la Renta de las Personas físicas. En cualquier caso, las cantidades que Hacienda retiene dependen del precio del automóvil nuevo, con un porcentaje que aumenta a medida que lo hace el precio de éste y las cuales podrás consultar en este artículo.
Los técnicos de Hacienda calculan que, de los 225 millones que el Gobierno aportará al Plan Pive 8, 69 retornarán a Hacienda a través de la declaración de la renta. Recordar también que el Plan Pive 8 es el último que se realizará, ya que el Gobierno ha comunicado su intención de no renovarlo de nuevo ante las señales positivas que ya está emitiendo el sector de la construcción de automóviles. Además, por conceptos como el IVA, el Estado también otros ingresos, puesto que el tipo a aplicar en la compra del vehículo es del 21%.
