De puertas hacia dentro el DS5 es abrumador: su diseño está inspirado en el de las cabinas de los aviones combate y resulta más imponente que el de cualquier otro Citroën gracias a la multitud de pantallas, los 14 interruptores del techo; los botones recubiertos con biseles cromados– Eso sí, cuesta aprender de memoria la posición de los distintos mandos que, en muchos casos, son pequeños y difíciles de accionar sin apartar la vista de la carretera. Otra pega es que carece de asideros en todas las plazas. La calidad, es de notable alto; mientras que la postura de conducción es muy buena gracias a unos asientos excelentes y al los amplios reglajes del volante. Eso sí, la diminuta luneta trasera hace que la visibilidad hacia atrás sea prácticamente nula. En cuanto a las plazas traseras, no son cómdas para tres ocupantes por la forma del asiento en plaza central.
¿Y por tecnología?
El Citroën DS5 es el modelo más avanzado del fabricante francés, gracias a dispositivos como una dirección con función de manteniemiento de carril, un sistema que conecta automáticamente las largas, un Head Up Display que proyecta en una pantalla ubicada encima del volante la velocidad a la que circulamos -ver abajo–
No han -echado- el resto, pero aún así es muy bueno
Curiosamente el DS5 no recurre a la plataforma del C5– si no que conforma con una versión mejorada de la que emplean modelos como el C4, el DS4 o el C4 Picasso. Aún así se trata de un modelo que filtra muy bien los baches y que transmite una agradable sensación de aplomo- aunque no resulta tan silencioso como un C5. En tramos con curvas se trata de un modelo que -apoya- con mucha firmeza y que transmite mucha confianza al conductor gracias a que es estable, su carrocería no balancea demasiado y la dirección es precisa. Sin embargo sus 1.540 kilos hacen que a la hora de enlazar curvas no sea especialmente ágil o deportivo. Por su parte, el cambio manual de seis velocidades es rápido y agradable.
De lo que no cabe ninguna duda, es de que el propulsor 2.0 HDI de 163 CV es ideal para el DS5 –y mucho más recomendable que la versión híbrida diesel-eléctrica HYbrid4-. Se trata de una de las mejores mecánicas de su cilindrada: es suave, empuja con mucha fuerza en cuanto supera las 1.500 rpm y ofrece unas prestaciones notables. De hecho, con él, el DS5 acelera de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y alcanza 215 km/h. El consumo por su parte es de 4,9 l/100km– aunque en realidad ronda los 6,0 litros.
