El OLI es un concept que, tal como lo ves, no llegará a producción

Citroën OLI: ¿será así algún nuevo modelo de Citroën?

Miguel Tineo
Miguel Tineo
Citroën ha organizado un evento para mostrarnos de nuevo el OLI, un concept que, más que el diseño de un nuevo coche de la marca, muestra su filosofía de cara a todo lo que vendrá en los próximos años. ¿Qué podría tener algún nuevo modelo de Citroën de este OLI?

Hace sólo un par de meses que Citroën nos mostraba las primeras imágenes de su concept OLI, y aquí puedes encontrar toda la información al respecto. Sin embargo, más allá de lo que es el propio diseño del coche y todo lo que podría llegar, o no, a algún futuro modelo definitivo de la marca, lo cierto es que detrás de OLI se esconde parte de los conceptos que marcarán los modelos de Citroën en los próximos años.

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Copyright Maison Vignaux @ Continental Productions

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En este mundo, y sea para lo que sea, el peso excesivo suele ser algo negativo. En el caso de los coches, por supuesto, también. Más peso significa más consumo, menos prestaciones y, si hablamos de la dinámica del chasis, más inercias, más distancia de frenada, menos agilidad… En la actualidad, que un coche eléctrico tenga un consumo real de 18-20 kWh no es algo extraño. Y eso, en la práctica es demasiado. Por eso, lograr un peso contenido es la clave para mejorar claramente la autonomía de los eléctricos.

En el caso del OLI, Citroën habla de reducir su peso hasta poco más de una tonelada, un aspecto clave para tratar de acercarse a un consumo de 10 kWh que, lógicamente, podría casi duplicar la autonomía eléctrica de un coche. La cuestión es: ¿cómo conseguirlo? En realidad, es un asunto delicado, porque hay que encontrar un delicado equilibrio entre los costes y los materiales que se puedan emplear.

Dado que Citroën habla de que un coche así no debería pasar de los 25-30.000 euros (y ya nos parece demasiado para la simplicidad que proponen; no más de 15.000 euros debería ser la cifra objetivo), la única solución posible pasa por eliminar cosas del coche. Por ejemplo, según Citroën, ¿para qué necesita este coche una radio o un navegador cuando ya la mayoría de la gente lleva esos sistemas en su móvil? Pues, en ese caso, quizá nos baste con un soporte para nuestro móvil y un enchufe donde colocarlo para transferir toda esa información a unas pantallas mucho más pequeñas. ¿Buena idea? Para la gente joven, sí. Para quien no termine de utilizar mucho estos sistemas, no tanto.

No se puede limitar la cantidad de elementos de seguridad que lleva un coche actual, responsables en gran medida del aumento del peso de todos los coches en los últimos años. Así que en Citroën buscan otras soluciones, como hacen todas las marcas. En el caso de los franceses, consideran que la posibilidad de incluir asientos realizados en tres dimensiones, como una estructura de material plástico pero suficientemente acolchada, podría ser una buena solución para reducir el peso de forma importante (dudamos mucho que los de este OLI lleguen a la calle; si llegan, será interesante comprobar cómo se limpian todos los agujeritos que tiene su estructura…). Otra solución similar es colocar pequeñas redes en las puertas para llevar objetos.

No todo pasa por reducir y simplificar las cosas. Otro ejemplo es reducir la superficie acristalada del coche, pues eso reduce también la incidencia de los rayos del sol y, por tanto, no hay necesidad de que el climatizador actúe demasiado en verano. Un aspecto muy importante en los coches eléctricos, pues el funcionamiento del sistema de climatización afecta notablemente a la autonomía de estos coches.

Por eso, en el OLI encontramos una luna delantera completamente vertical, que reduce hasta un 17 % el tiempo de funcionamiento del aire acondicionado. ¿Es extrapolable a un coche de calle? No lo creemos. Aerodinámicamente hablando, es un disparate. Y, desde el punto de vista de la seguridad, será interesante ver la nota que obtendría un coche así en los tests de atropello de peatones…

Más allá de eso, puede que permita reducir el tiempo de utilización del aire acondicionado pero en los eléctricos, debido a que no hay motor térmico, el gasto de la calefacción también es muy elevado. Tener poca superficie acristalada haría que, en invierno, no se pudiese aprovechar la luz del sol para subir algún que otro grado la temperatura del interior.

Por último, en Citroën están muy satisfechos de haber creado superficies de la carrocería como el capó o el techo en cartón reciclado y corrugado, recubierto con resina de poliuretano. Según ellos, esto es reciclable y relativamente ligero. Y, después de ver cómo dos responsables de Citroën se subían en el techo y no pasaba nada, creemos que tampoco habrá demasiados problemas de rigidez.