No así las cifras manejadas por el turismo camper, que no hacen sino crecer exponencialmente incluso en tiempos de pandemia. Esta forma de ocio no se ve afectada, sino de hecho reforzada por los requerimientos de seguridad del virus.
El objetivo es atraer turistas y con ello potenciar consumo local, y por tanto la bonanza económica de localidades rurales hasta ahora alejadas de la primera línea turística. Una forma de generar riqueza que además permite al visitante disfrutar de una amplia, y en ocasiones injustamente infravalorada, oferta cultural y gastronómica.
Esta veintena de áreas de caravanas se construyen en parcelas cedidas por los propios ayuntamientos de una larga lista de localidades repartidas por toda la provincia, y apoyadas por la Junta de comunidades de Castilla La Mancha y los fondos europeos: nada menos que tres millones de euros.
Esta nueva red de recursos patrimoniales y de promoción del turismo viene, además, a reforzar esta inagotable fuente de ingresos para nuestro país. Y para ello es necesario adaptarse a las nuevas fórmulas, para que así tanto el turista nacional como extranjero pueda exprimir hasta la última gota de nuestro patrimonio humano y natural.
Localidades y áreas destacadas como Alcázar de San Juan, Alcoba de los Montes, Retuerta del Bullaque, Aldea del Rey, Almadén, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Castellar de Santiago, Corral de Calatrava, Puertollano, Fuencaliente, La Solana, Luciana, Terrinches, Miguelturra, Puerto Lápice, Ruidera, y Viso del Marqués, Villanueva de la Fuente y Villanueva de los Infantes verán así completada su oferta de servicios con estos nuevos espacios destinados a canalizar el auge sin fin del turismo camper.
Una poderosa combinación de naturaleza, turismo rural y movilidad para descubrir las maravillas de una provincia con un gran patrimonio. La Covid-19 no ha hecho sino potenciar el cambio en la manera de viajar de los turistas españoles y extranjeros.
Precisamente, estas áreas de autocaravanas dotadas con los últimos avances y todo lo necesario para este descanso en soledad o en comunidad (desde duchas hasta tomas de carga, zona recreativa y de servicios y, por supuesto, depósitos de recambio de aguas, entre otros aditamentos) favorece el disfrute de la naturaleza desde una perspectiva ecológica, alejándose de fórmulas masificadas de turismo y, de hecho, ayudando a repoblar zonas despobladas de Castilla La Mancha, una necesidad que el coronavirus no ha hecho sino enfatizar, y de la que la que muchas personas ya se han percatado.
