Diésel, gasolina, híbrido, eléctrico, de gas… ¿qué coche me compro?

Álvaro Sauras
Álvaro Sauras
¿Diésel? ¿Gasolina? ¿Y si es de gas natural? ¿Es lo mismo que el GLP? ¿Y qué pasa si opto por un híbrido? ¿Y un híbrido de los que se enchufan? ¿Quizá un eléctrico sea mejor...? Estas son algunas de las preguntas que nos hacen los lectores cuando quieren comprar coche. En este informe, vamos a arrojar un buen montón de luz sobre el tema para que la elección sea más fácil.


El anuncio del Gobierno de poner fin a la venta de coches contaminantes a partir del año 2040 ha provocado una gran incertidumbre entre los propios consumidores. Aunque de momento no es más que un borrador, la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética prevé la paulatina eliminación de los coches con motor térmico para apostar únicamente por los vehículos 100 eléctricos y los de pila de combustible de hidrógeno. Los planes del Ejecutivo de Pedro Sánchez pasan por prohibir su venta en 2040 y eliminarlos de las calles en el año 2050.

En nuestro país, la vida útil de un coche ronda de media los 12 años, por lo que a priori no debemos alarmanos por esta legislación. Sin embargo, de manera paralela a esta norma, los Ayuntamientos de las grandes ciudades españolas ya han comenzado a restringir el tráfico en sus calles a los vehículos más contaminantes, algo que ha animado a muchos conductores a buscar soluciones más eficientes para ‘sortear’ los episodios de contaminación o para circular y aparcar sin restricciones en áreas de prioridad residencial como Madrid Central.

Ante la rápida evolución de estas iniciativas, no es de extrañar la confusión provocada en los conductores. Una confusión que llega al extremo si tenemos en cuenta la gran cantidad de sistemas de propulsión que podemos encontrar hoy en día en el mercado. Y es que en la actualidad conviven en los concesionarios coches diésel, gasolina, híbridos, de GNC, de GLP, híbridos enchufables, eléctricos… y hasta de pila de combustible, como el Hyundai Nexo. Y a ello hay que añadir las diferentes etiquetas de la DGT, que complican aún más el cóctel.

Para ayudarte a decidir, en este artículo vamos a analizar cada una de las tecnologías disponibles en el mercado, con especial atención a sus ventajas e inconvenientes. Al final cerraremos con una serie de conclusiones generales para ayudarte a elegir tu próximo coche en función de tus necesidades y del tipo de uso.

Motor eléctrico: para trayectos cortos

motor eléctrico

Qué es: Vehículos que emplean únicamente un motor eléctrico y que se recargan en un poste o enchufe. Es la opción ideal para quien pueda recargarlo con facilidad y vaya a circular por ciudad o alrededores, sin superar por mucho los 100 km entre recargas.

Lo bueno de los eléctricos:

  • Sus emisiones directas son cero, como su consumo de combustible.
  • En función de la tarifa de la luz contratada, el coste eléctrico cada 100 km es de unos 1,20 euros.
  • Respuesta instantánea y muy intensa hasta 80 km/h.
  • Sencillez de conducción y comportamiento aplomado.
  • Ausencia total de ruidos mecánicos.

Lo malo de los eléctricos:

  • Autonomía aún limitada, sobre todo en carretera.
  • Recargar una batería al 80% requiere al menos dos horas en un poste convencional.
  • Es casi obligatorio instalar un punto de carga en casa -cuesta desde 1.200 euros-.
  • Las baterías aún son caras, lo que eleva considerablemente el precio final del coche.
  • Para crear la electricidad con la que se recargan estos coches, las centrales eléctricas también contaminan.

GLP: 35% de ahorro respecto a un gasolina

GLP o Autogas

Qué es: Pueden funcionar indistintamente con gasolina o con Gas Licado de Petróleo -GLP-. No es tan rentable como el GNC, pero ofrece 10 veces más puntos de recarga y sí sale más rentable que el diésel o la gasolina.

Lo bueno del GLP:

  • Es un motor de gasolina adaptado para funcionar con GLP, por lo que su fiabilidad y sencillez mecánica es similar siempre que venga instalado de fábrica.
  • El GLP es más barato que la gasolina; es fácil recorrer 100 km con un compacto de GLP por unos 5,5 euros de media.
  • Puedes sumar la autonomía de ambos depósitos; de esta manera, un compacto normal puede recorrer más de 1.100 km sin repostar.
  • Las emisiones del GLP son muy inferiores.
  • Frente a un motor de GNC, el de GLP no pierde tanto rendimiento cuando funciona con gasolina; suele ser 2 ó 3 CV tan sólo.
  • Se puede instalar en coches de gasolina -preferiblemente de inyección indirecta- que no lleven un sistema de alimentación por GLP de serie por un coste desde unos 1.200 euros.
  • Está considerado un vehículo ECO, por lo que puede circular por grandes ciudades aunque haya restricciones al tráfico, están exentos del pago del impuesto de matriculación y se ahorran hasta un 75% en el de circulación -depende de cada ayuntamiento-.

Lo malo del GLP:

  • A día de hoy, sólo hay 562 puntos donde repostar GLP.
  • Se pierde capacidad de maletero, pues los depósitos van alojados en la parte inferior del mismo.
  • Cuando vayas a superar la ITV, es necesario presentar un certificado de estanqueidad del depósito de GLP que te podrán realizar en un taller autorizado por 80 euros de media. Debes hacerlo cada vez que pases la ITV.
  • Si lo instalas fuera de fábrica, apuesta por un instalador que refuerce la culata, pues de lo contrario puedes sufrir fallos a largo plazo. El problema es que, a su paso por las válvulas de admisión, el GLP lubrica y refrigera mucho menos que la gasolina, lo que acelera su desgaste. Repararlo puede superar los 2.000 euros.

GNC: coste por KM muy bajo

gas natural GNC

Qué es: Motores que utilizan Gas Natural Comprimido como carburante y que, cuando éste se agota, pueden seguir funcionando con gasolina con normalidad. Son ideales para cualquiera que pueda repostar GNC habitualmente, pues su coste por km es muy bajo.

Lo bueno del GNC:

  • Es un motor de gasolina adaptado para funcionar con GNC, por lo que su fiabilidad y sencillez mecánica es similar. Viene instalado de fábrica.
  • El GNC es más barato que la gasolina; es fácil recorrer 100 km con un compacto de GNC por unos 3,5 euros de media.
  • Siempre funciona con GNC, salvo que se haya agotado o que la temperatura sea inferior a -10ºC.
  • Puedes sumar la autonomía de ambos depósitos; de esta manera, un compacto normal puede recorrer más de 1.100 km sin repostar.
  • Las emisiones contaminantes del GNC son muy inferiores a las de la gasolina.
  • Está considerado un vehículo ECO, por lo que puede circular por grandes ciudades aunque haya restricciones al tráfico, están exentos del pago del impuesto de matriculación y se ahorran hasta un 75% en el de circulación -depende de cada ayuntamiento-.

Lo malo del GNC:

  • A día de hoy, sólo hay 47 puntos donde repostar GNC y no se puede echar GLP -son dos combustibles diferentes y la forma de almacenamiento es muy diferente-. Puedes consultar las estaciones de repostaje: www.gasnam.es.
  • Se pierde capacidad de maletero, pues los depósitos van alojados en su parte inferior.
  • Cuando vayas a superar la ITV, es necesario presentar un certificado de estanqueidad del depósito de GNC que te podrán realizar en un taller autorizado por 80 euros de media. Debes hacerlo cada vez que pases la ITV.
  • Se recomienda gastar la gasolina del depósito cada seis meses, como mucho. De lo contrario, la gasolina tiende a caducar, pudiendo generar daños en el sistema de inyección.
  • Cuando funciona con GNC, el motor puede experimentar una leve pérdida de rendimiento con respecto a cuando lo hace con gasolina; se nota especialmente a altas revoluciones.
  • No se recomienda instalarlo en vehículos que no lo lleven de serie debido a su complejidad técnica.

Diésel: para más de 20.000 KM/año

coche diesel

Qué es: Funcionan empleando tan sólo gasóleo como combustible. Son la mejor compra para quien realice más de 20.000 km/año y, sobre todo, por carretera. También interesan en el caso de SUV´s y todo terreno con tracción total.

Lo bueno del diésel:

  • Consumen poco, sobre todo en carretera.
  • Respuesta contundente, sobre todo a bajo régimen.

Lo malo del diésel:

  • La fiabilidad de sus sistemas anticontaminación -catalizadores y filtros de partículas, principalmente; desde 600€- se puede ver muy afectada si se abusa de los trayectos cortos donde el motor no alcance su temperatura normal.
  • Por su funcionamiento, son menos refinados que un motor de gasolina, y las diferencias son aún más notables frente a uno eléctrico.

¿Son tan contaminantes los diésel?

Sí y no. Por una parte, es cierto que siguen siendo los que más óxidos de nitrógeno producen -NOx-, pero también los que más modificaciones están experimentando para ser cada vez más limpios. Un ejemplo son las partículas sólidas, que han desaparecido desde la llegada de los filtros de partículas, y existe la tecnología para hacerlos tan limpios como un motor de gasolina. No olvidemos que los diésel antiguos y sin estos filtros son lo que más partículas sólidas producen -hasta un 20% más grandes que los de un motor de gasolina-.

Gasolina: ideal hasta 10.000 km/año

gasolina

Qué es: Utilizan tan sólo gasolina como combustible. Buena opción si no se van a recorrer más de 10.000 km anuales. También, son los que mejores sensaciones de conducción aportan en deportivos y modelos de altas prestaciones.

Lo bueno de la gasolina:

  • Tienen un funcionamiento suave y refinado.
  • Gracias a la sobrealimentación, es fácil obtener elevadas cifras de potencia a partir de motores de baja cilindrada.
  • Son mecánicas relativamente baratas y bastante fiables.

Lo malo de la gasolina:

  • Son los que más consumen.
  • Desde el punto de vista de la contaminación, son los que producen más CO2, uno de los principales gases responsables del efecto invernadero.

Híbridos: mejor para ciudad

motor híbrido

Qué es: Cuentan con un medio para almacenar energía -un depósito de combustible- y una máquina que es capaz de transformar esa energía en movimiento para propulsar al coche.La hibridación es una tecnología que permite ofrecer ciertas ventajas, como por ejemplo un consumo muy bajo en ciudad, pero no es per se una cualidad positiva en un coche, más allá de la obtención del distintivo ECO.

Todo lo que tienes que saber sobre coches híbridos

Lo bueno de los híbridos:

  • Mayor eficiencia, porque el motor térmico funciona durante una mayor cantidad de tiempo en el régimen en el que aprovecha mejor el combustible.
  • Menor consumo, debido a que durante las frenadas o, por ejemplo, cuando circulamos cuesta abajo, el motor eléctrico recupera parte de la inercia del coche para recargar las baterías.
  • Contar con potencia extra en momentos puntuales, aunque no sea un uso muy eficiente.
  • Poder reducir nuestras emisiones locales, hasta incluso hacerlas desaparecer durante periodos limitados de tiempo -modo EV-.
  • Mejora en el confort gracias a la propulsión eléctrica.
  • Obtener la pegatina ECO o CERO EMISIONES de la DGT.

Lo malo de los híbridos:

  • Mayor peso, al tener que contar con dos ´depósitos de energía´ y dos propulsores.
  • Mayor coste inicial, al aumentar la complejidad del sistema de propulsión.
  • Menor fiabilidad -a priori-, al tratarse de un sistema de propulsión más complicado.
  • La capacidad para reducir el consumo depende del tipo de conducción. En atascos y a baja velocidad, con continuas paradas, un híbrido será más eficiente que un equivalente de motor convencional. Sin embargo, a velocidad constante en autopista, un híbrido será menos eficiente, porque al hecho de no poder recuperar energía durante las frenadas tenemos que añadir el de que debemos cargar con todo el peso que representa el sistema híbrido.

Conclusiones generales

qué motor elegir

  • 1. Desde el punto de vista económico, el GNC es con diferencia la opción más interesante en la actualidad. ¿Su problema? No hay demasiados modelos que lo ofrezcan de serie y, sobre todo, sólo hay unos 50 puntos de recarga. Se espera que la cifra supere el centenar en un par de años pero, aun así, sólo interesa si tenemos un punto de recarga cercano. Instalar un punto en tu casa es posible, pero el coste no baja de 3.000€.
  • 2. Detrás del GNC se sitúa el GLP. No se amortiza con tanta rapidez, pero sí hay muchos más puntos de recarga y modelos que lo ofrecen de serie. También es más fácil instalarlo en un coche que no lo traiga de fábrica.
  • 3. Tanto los vehículos de GNC como GLP tienen la calificación Eco, con las ventajas que ello supone. También, y a diferencia de los híbridos no enchufables, podrían acogerse al hipotético sustituto Plan Movalt.
  • 4. Además del repostaje, los vehículos de GNC y GLP tienen también dos asuntos que no debemos olvidar: la reducción de prestaciones frente al gasolina equivalente -más notable en los GNC- y la pérdida del maletero o, al menos, de la rueda de repuesto.
  • 5. Los microhíbridos no suponen un gran aumento de precio, pero tampoco logran una diferencia de consumo apreciable. Son, por tanto, sólo recomendables si necesitamos tener la calificación Eco.
  • 6. Los híbridos tradicionales como el Toyota Auris tienen un precio razonable y, a priori, un consumo interesante. Sin embargo, en la práctica, esa diferencia de consumo se aprecia en ciudad. Esto y el mayor de riesgo de avería en un diésel si se abusa de los trayectos cortos, pueden convertir a los híbridos en un coche ideal para un uso urbano a diario. Además, se benefician de las ventajas de la calificación Eco, si bien no puede acogerse a un hipotético Plan como el ya desaparecido Movalt.
  • 7. El consumo de estos híbridos tradicionales empieza a dispararse en coches grandes y pesados como el Toyota RAV4 Hybrid. En casos así, amortizarlos frente a un gasolina es complicado, y hacerlo con un diésel es imposible.
  • 8. Los híbridos enchufables son todavía caros, aunque también es cierto que van asociados a versiones potentes y bien equipadas. Interesan tan sólo si se pueden recargar a diario para aprovechar sus 40-50 km de autonomía eléctrica, dejando toda su autonomía con gasolina para esporádicos trayectos largos, como en vacaciones. De lo contrario, será muy complicado rentabilizarlos.
  • 9. Los eléctricos siguen siendo todavía demasiado caros, y la limitación de la autonomía es definitiva. Pueden interesar sólo para tráfico urbano o con un pequeño desplazamiento por la periferia de una gran ciudad, y tienen todos los beneficios a la hora de aparcar o acceder a las ciudades, además de beneficiarse de las mayores ayudas del Plan Movalt. Independientemente de ello, su compra es aún algo que cuesta amortizar. Eso, y la constante evolución de las baterías, hace que sea más interesante adquirir uno por rénting en vez de como una compra clásica.
  • 10. Los motores de gasolina, sobre todo los más modernos, están experimentando una clara mejora en el consumo. Eso, unido a que tienen el precio de adquisición más bajo, hace que sean muy interesantes si queremos un coche para realizar un comedido número de kilómetros al año -no más de 12.000-15.000 km/año-, o buscamos un deportivo. Si además no vivimos en una gran ciudad, son la opción más interesante.
  • 11. Los diésel están sufriendo una injusta demonización. Son los que más restricciones están teniendo para reducir sus emisiones pero, si vamos a realizar muchos kilómetros al año por carretera, son la mejor opción en caso de que no podamos repostar habitualmente GNC o GLP. En modelos grandes, como SUV´s o monovolúmenes, también son todavía los más interesantes.